Colón pegó este domingo en los momentos clave del partido y se dio el gusto en el Estadio Brigadier General Estanislao López de darle un golpe más al complicadísimo Unión, al ganarle 2-0 un clásico caliente que estuvo plagado de incidentes con los hinchas visitantes. Lucas Mugni, en la primera etapa, y Emmanuel Gigliotti, en el segundo tiempo, marcaron los tantos de Colón, que volvió a llevarse el clásico de la ciudad después de diez años. El partido se jugó con un clima caliente tanto en el campo como en las tribunas: los dos terminaron con diez hombres por las expulsiones de Maximiliano Lugo, en Unión, y Adrián Bastía, en Colón, y el juego se interrumpió varias veces por disturbios en la tribuna ‘Tatengue‘, sobre todo después de la segunda conquista del local. De arranque, el local salió a hacerse protagonista, y en solo un minuto generó la primera jugada de riesgo, con un remate de Mugni que Alejandro Pérez salvó en la línea.
En un cotejo que no daba tregua, en la jugada siguiente, el árbitro Germán Delfino le mostró correctamente la tarjeta roja a Lugo, tras una violenta falta sobre Curuchet. En ventaja numérica, el local se hizo dueño del partido, ante un rival decidido a esperar en su campo y lastimar de contraataque. A los 29, pudo haber sido una conquista de Gigliotti, pero el mano a mano lo ganó el arquero Martín Perafán. Cuando se moría el primer tiempo, y parecía que se iba en 0, llegó la primera emoción del juego. A los 45, un nuevo desborde de Curuchet por derecha encontró a un Mugni que sacó un terrible zurdazo que murió en la red y desató el festejo de toda la parcialidad sabalera.
En el arranque del segundo episodio Colón tuvo una clarísima chance con Gigliotti, que sacó bien Perafán. Después el anfitrión le cedió la pelota al oponente y Unión emparejó el trámite, aunque le costaba demasiado llegar al área de Pozo. Siempre fue mejor y más picante Colón, que se encargó de desperdiciar chances ante Perafán, dejando con vida al ‘Tate‘. Hasta que a los 25, Colón logró estirar la ventaja con una jugada polémica. Curuchet fue a buscar una pelota, en posición adelantada, pero cuando la tomó Gigliotti se quedó parado y el árbitro Delfino interpretó que no quería intervenir. De esta manera, el juez dejó seguir la acción y Gigliotti definió al gol ante Perafán. Fue entonces cuando se reavivaron los problemas en la tribuna de Unión y el partido de interrumpió.

