Las dos fechas como local sin victorias en la Fase Final del Argentino A que pusieron a Sportivo Desamparados en un escenario límite, también sirvieron para desatar un clima de tormenta que por ahora no pasa de densos nubarrones pero que promete una tempestad apenas lo detone otro mal resultado. Esa fue la conclusión después de un jueves post-derrota en el que de lo menos que se habló fue de fútbol. Las explosivas declaraciones de Jorge Chica -uno de los peso pesados del plantel- denunciando que se había enterado que existió una movida dirigencial para sugerirle al entrenador Mauricio Magistretti que lo sacara de la formación titular apenas se consumó la derrota contra los rionegrinos, disparó una serie de declaraciones, contradeclaraciones y reuniones que no aclararon para nada la situación que hoy se vive el club.
Respondiendo a esas declaraciones, por la mañana y en una entrevista radial en Radio La Red, el presidente de Sportivo, Guillermo García, no ocultó su malestar por los dichos de Chica, además de aclarar que nunca se metieron como dirigentes en una decisión del entrenador y menos con un referente como Chica. Además, García prácticamente se bajó de la pelea por la clasificación, adelantando un panorama negativo por las chances que le quedan aún a su equipo.
Por la tarde, a primera hora, García se dirigió a la pileta donde el plantel hizo tareas regenerativas para charlar el tema personalmente con Chica -con quien fue imposible comunicarse en toda la jornada-. El clima fue tenso pero las explicaciones del jugador convencieron al presidente y el tema quedó ahí. Aunque García ya había manifestado por la mañana que con el técnico el tema no es fácil, por lo que también dejó vislumbrar diferencias entre dirigentes y cuerpo técnico.
Para agregar más nubarrones al ambiente de Sportivo, en la vida interna del club ya existe clima electoral y los movimientos son firmes para pelear con el oficialismo en las elecciones del mes de julio próximo. Todo esto, suma incertidumbre y genera comentarios que, quieran o no, enrarecen la vida en Puyuta.
Desde el plantel, trascendió que sienten que se han quedado solos y que el milagro de llegar a la final depende pura y exclusivamente de la fortaleza que muestre el grupo que hoy quedó entre la espada y la pared. Hay respeto y reconocimiento por la forma de manejarse del técnico pero no están del todo cómodos con el formato táctico, pero como profesionales, lo aceptan.
Los capítulos novelescos de esta campaña en Sportivo se ha repetido y parece que hoy el límite está cerca. Pasó con los refuerzos que fueron desafectados a la quinta fecha, después con la incorporación de un coordinador físico en el ciclo de Ricardo Dillon, más tarde con la desvinculación del propio Dillon y últimamente con la salida de Juan Pablo Fernández.
La convivencia por ahora se maneja por conveniencia de todos, pero en Sportivo el pronóstico no anuncia buen clima.

