Aunque no cabía en su cuerpo por la satisfacción de haber ganado su primera carrera en San Juan, Sebastián Nieto no perdió su compostura. De hablar pausado, el joven riojano que está realizando esta temporada completa en el equipo de la Municipalidad de Pocito, dijo sentirse orgulloso por haber “rodado” con ciclistas de tanta jerarquía como son los del pelotón local y la pleyade de figuras internacionales que corrieron ayer la clásica. “Estoy muy contento porque pude ganar una carrera donde hubo tantos ciclistas consagrados. Para mi correr junto a los hermanos Haedo (Juan José y Sebastián), Maximiliano Richeze, los hermanos Borrajo (Aníbal y Alejandro) y los grandes de acá, es un honor”, dijo con mucha humildad.

Ciclista por mandato familiar, “mi tío Ricardo fue ciclista y luego lo siguió mi primo Jorge, que es un año mayor que yo”, explicó. “Yo empecé a los 11 años y fui creciendo en un ambiente donde el ciclismo siempre fue un tema de conversación”, agregó.

Ganador de la Vuelta de La Rioja en 2010 y de varias carreras en el Norte, como la Doble Frías, en Santiago del Estero, Sebastián Nieto había tenido experiencias en San Juan, aunque muy cortas. “Hace unos años vine al equipo de Pocito y corrí un par de pruebas”, contó. “La mejor clasificación que había conseguido fue un segundo puesto en una Vuelta de Albardón”, amplió. En realidad escoltó a Héctor Lucero en la segunda etapa. Fue en 2006, tenía 17 años y corría para el equipo riojano Murúa Competición.

Es un sprinter que este año no había tenido la oportunidad de clasificar en carrera alguna, pero hizo su aporte para apuntalar las victorias del equipo.