El ciclismo de pista británico rompió ayer dos récords mundiales. El equipo masculino de persecución (foto) volvió a romper los relojes en la final por el oro ante Australia al emplear un registro de 3m.51s.659 para los 4.000 metros. Y en la clasificación de la prueba femenina de persecución por equipos, el conjunto británico tardó 3m.15s.669, la nueva marca en 3.000 metros.