Querido por todos los jugadores de la Selección, con una buena gestión de los equipos nacionales luego del flojo resultado en Rusia 2018, pero también muy cuestionado por su manejo del fútbol profesional y del ascenso en la Argentina, el sanjuanino Claudio ‘Chiqui’ Tapia se convirtió en el primer presidente de la AFA en levantar la Copa del Mundo en Qatar 2022 en la era post Julio Grondona. Además, hubo otro sanjuanino como Jorge Miadosqui, en la función de secretario de selecciones.

El 29 de marzo de 2017 fue nombrado como el nuevo mandamás del fútbol. Luego de la bochornosa fallida elección que terminó con el insólito 38 a 38, Tapia se quedó con la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino, en una elección con 40 votos a favor y 3 abstenciones.

Una de sus primeras decisiones fue darle el puesto de entrenador de la Albcieleste a Jorge Sampaoli. En aquel momento era el DT elegido ‘por todos’ pero el mal desempeño de la Selección en Rusia 2018 lo obligó a dar un giro de 180°.

Tras designar a Lionel Scaloni junto a Pablo Aimar como entrenadores interinos, y luego de la buena actuación al frente de los seleccionados juveniles, se la jugó: los eligió como técnicos de la Mayor y los bancó hasta el final.

En el medio, llegaron las polémicas en el fútbol profesional del país. Los cuestionados arbitrajes que beneficiaron a Barracas Central en su camino a Primera División, los desmanejos con la eliminación de los descensos y la búsqueda de volver a 30 equipos, son algunos de los motivos por cuáles Tapia quedó en el ojo de la tormenta.

Aún así, Tapia se mantuvo firme en el cargo. Con el apoyo de la gran mayoría de los dirigentes del fútbol de ascenso continuó al frente de la AFA y logró la reelección. En el medio, se cansó de ratificar a Lionel Scaloni en su cargo. Primero lo hizo luego del tercer puesto en la Copa América de Brasil 2019 y luego le extendió el contrato al DT hasta 2026, demostrándole todo su apoyo.

«Disfrútalo, gordito», le exclamó Dibu Martínez luego de la clasificación a las semifinales en un claro mensaje del aguante que tiene de parte de los miembros de la Scaloneta. Segundos más tarde, se fundió en un abrazo con nada más y nada menos que Lionel Messi.

Al igual que su predecesor (Julio Grondona), está siempre cuestionado por alguna de sus actitudes, pero tiene la banca de los protagonistas y más allá de sus manejos en el fútbol local, logró algo impensado años atrás: bancó a un proyecto en las selecciones nacionales y este domingo 18 de diciembre se dio el lujo de levantar la Copa del Mundo en Qatar.