Ni por asomo San Juan está verde. Ya tiene color y sello propio. El crecimiento del deporte se nota y los Juegos Binacionales de O’Higgins dieron su fruto. Las ocho medallas de oro lo ratifican. Nunca antes la delegación local estuvo tantas veces en los podios y las medallas cosechadas eran contadas con una mano. Pero en Chile todo cambió. Hay un antes y un después.

El antes es el trabajo previo, que no fue este año sino que se remonta a un puñado de años atrás, cuando los directivos se dieron cuenta que la materia prima estaba, pero que había que moldearla. Ya para el 2008 se pensó en destinar profesionales que guiaran a estos chicos para encarrilar y sacar de los históricos últimos lugares en los que San Juan tenía puestos fijos. Trabajar con tiempo y con el apoyo de la Subsecretaría, el deporte hoy mostró sus pasos.

No fueron gigantes, se tomaron su tiempo. En ese 2008 en la región de Maule, en Chile, hubo una medalla de oro que la dio, como ya es costumbre, el vóleibol masculino, además de las 4 plata y 3 bronces. Un año después la evolución se evidenció en Córdoba ’09 con ya 3 preseas doradas aportadas por el vóleibol masculino y femenino, más el ciclismo con Osvaldo Páez, sumado a las 5 plata y 6 bronces. Y los frutos de trabajo dieron sus resultados en este O’Higgins 2010, en el que prácticamente se triplicó el oro al traerse 8 medallas de ese color, 4 de plata y 10 bronces y salir del fondo de la clasificación que era una constante, para meterse en la primera mitad de esa tabla, que si bien todavía no está confeccionada y finalizada por la organización chilena, mostrará a San Juan en la primera mitad.

Pero aquí no termina la historia de los 150 deportistas sanjuaninos que año tras año representan a la provincia en éstos "Juegos de la Integración Andina’. La apuesta apunta a San Juan 2011 y allí lograr la maduración. "En San Juan vamos por todo, hay un gran crecimiento y es el momento para pegar el salto", aseguró Carlos Vargas, el papá de los medallistas en natación Valentín y Felipe, y que está al mando del ente que regula esta disciplina.

Pero antes hay que mirar el presente, para justificar lo que viene. A la hora de hacer el balance de estos Juegos Binacionales ’10, hubo puntos muy altos. El vóleibol, en ambas ramas, sigue marcando que no hay cómo bajarlos. Los dos enfrentaron en la final a Metropolitana, que es la selección chilena y los superaron con mucha justicia.

La natación fue la estrella, donde si bien se esperaban buenos resultados, haber logrado 13 medallas fue tan histórico como el primer oro que le dio Valentín Vargas a esta disciplina que nunca pudo saborear un primer lugar. Entre Valentín y Santiago Greco fueron tres las medallas doradas. Sin olvidarse de Felipe Vargas, quien con 15 años y un físico muy inferior al resto, subió al podio y va por más.

El ciclismo, donde no se esperaban tantos logros, de la mano del "Polillita" Rubén Ramos dominaron, salvo en la ruta, todas las especialidades para acumular 3 oros y un bronce.

Por el lado de la sorpresa, el tenis fue quien golpeó la puerta pidiendo pista. Ana Marcur, Guadalupe Tello y Giuliana Inglese fueron plata, en una disciplina que nunca estuvo antes en un juego decisivo. Mientras que a los varones (Facundo Albo, Juan Cruz Soria e Ignacio Marquez) se les escapó el tercer lugar.

El básquetbol y su bronce fue otro deporte que marcó su crecimiento, en el fútbol no se puede superar el tercer lugar y esta vez fueron los penales los que lo dejaron fuera de la definición.

Fue mucho más lo positivo que lo negativo, pero fue allí donde habrá que trabajar para emparejar con el resto. El fútbol femenino terminó último, en el atletismo no hubo condecoración alguna, el hándbol perdió mucho y a veces por goleada, y el tenis de mesa sólo insinuó. En total hubo de lo bueno, lo excelente, lo pobre y hasta de incertidumbre, pero en líneas generales San Juan sacó chapa de crecimiento en O’Higgins, superó los pronósticos y ahora va por más, en el 2011, cuando será sede y donde buscará la maduración que Chile le marcó.