Después de once fechas de temporada de la B Nacional, San Martín tiene el privilegio de ser uno de los punteros, junto a Rafaela. Aunque en los últimos cinco encuentros del verdinegro el rendimiento no fue el mismo que al inicio y por lo que hubo un importante bajón, tanto en el plano de resultados como de rendimientos. De hecho, en esa racha de juegos perdió tres encuentros y sumó sólo 6 de 15 unidades en disputa. Para explicar este momento del equipo de Darío Franco hay varios motivos que se pueden agrupar en tres aspectos generales. A continuación un repaso por cada uno de ellos.

1 Falta de puntería


San Martín anotó en los cinco juegos recientes sólo tres tantos. En los anteriores cinco había marcado el triple, es decir nueve. Para un equipo con semejante vocación ofensiva es algo para preocuparse. Más aún teniendo en cuenta el dato que de los ocho primeros equipos de la tabla, el verdinegro no sólo que es el equipo con menos goles anotados sino que cualquiera de esos clubes los superan por el doble de tantos. Si bien generó opciones para convertir, no es menos verdadero que la necesidad de un enganche en la formación es cada vez más notoria. En las entrañas del plantel muchos jugadores ya piensan en que Messera comienza a ser una pieza clave en la formación. La falta de un jugador claro a la hora de dar el pase final es indispensable en un sistema como el de Franco y el ex Gimnasia ya demostró sus quilates en los 45′ que estuvo ante Boca Unidos, cuando destrabó la última victoria del equipo.

2 Antídoto táctico

El correr de los partidos hizo que los rivales fueran buscando el sistema ideal para contrarrestar a este San Martín ultra ofensivo. Está claro que el rígido 4-4-2 es el que mejores frutos le dio a los adversarios. Ese fue el dibujo empleado con éxito por Chacarita y Atlético Tucumán, en ambas derrotas sanjuaninas por 1-0. Tener ocho hombres dispuestos a cortar cualquier circulación de balón en los metros finales complican a este verdinegro y a cualquier equipo. En el primer tramo de la campaña hubo planteo similares de equipos como Ferro y Merlo. La diferencia radicó en que ante el Tren de Caballito, San Martín anotó a los 5′ de juego y contra el Charro marcó dos tantos en 20′ del encuentro. Esos golpes de nocaut para los adversarios derribaron cualquier sistema especulativo. Un punto que últimamente los dirigidos por Franco no emplearon es el remate de media distancia para "esquivar" la maraña defensiva rival.

3 Bajones individuales


La columna vertebral del equipo, es decir Pocrnjic, Grabinski, Scatolaro y Penco, también mermó en sus producciones personales en los recientes cinco juegos. Los promedios de DIARIO DE CUYO son más que claros en ese sentido: el capitán y arquero pasó de 7,40 de rendimiento de la segunda a la sexta fecha a un 6,80 en los cinco siguientes; el defensor de 6,75 a 5,75; el volante de 7,20 a 6; el goleador de 6,60 a 5,60. Obviamente esta merma viene de la mano del bajón general del equipo, pero se siente más en los puestos claves de la formación, aquellos que tuvieron un alto rendimiento en el arranque del certamen.

Otro punto negativo reciente pasa por la conducta dentro de la cancha. Hasta la fecha seis el Verdinegro era uno de los cinco equipos del torneo que no tenía expulsados. Desde ese momento hubo tres tarjetas rojas, dos para Barreiro y una para Cólzera.