La sudafricana Caster Semenya, sospechada de ser un hombre vestido de mujer y que ganó el miércoles la medalla de oro en la final de los 800 metros del Mundial de atletismo en Berlín, sigue dando que hablar. Mientras Semenya confiesa que vive un drama y que por las crueles sospechas no quería recibir la medalla de oro, medios suizos y alemanes salieron a decir que no hace falta un control de feminidad simplemente porque la sudafricana es hermafrodita.
"¿Acaso quieres que te muestre mi sexo?", fue la respuesta de Semenya cuando el empleado de una estación de servicio en Sudáfrica puso en duda que fuera una mujer, al desviarla al baño de hombres. La voz grave, la musculatura, el vello facial y la apariencia general de la atleta despiertan las dudas.
Las sospechas con respecto al género de Semenya, de 18 años, surgieron no solo por su aspecto, sino porque este año, en los campeonatos africanos, rebajó en ¡siete segundos! su marca personal en 800 metros. En tanto, el miércoles ganó la final de esa distancia con la mayor ventaja de la historia.
Por eso es que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) confirmó que Semenya está siendo sometida a un test de verificación de sexo en colaboración con la Federación Sudafricana, que exige una compleja evaluación en la que intervienen ginecólogos, endocrinólogos, psicólogos y expertos en medicina interna. Por todo esto, es que tras ganar el oro el miércoles, se conoció ayer que Semenya no quiso subir al podio para recibir su medalla, porque se siente humillada.
Pero la polémica crece y crece. Ayer, el diario alemán Bild y el suizo Blick salieron a decir que Semenya es hermafrodita. Según las publicaciones, un veterano preparador físico habría manipulado los niveles de testosterona para poder pasar por sobre los controles.
Y agregaron que los sudafricanos usaron a la atleta para conseguir fama, ya que el país había hecho los exámenes en marzo y los resultados eran claros. "Semenya no debería haber participado en el Mundial como mujer, pero los responsables sudafricanos decidieron correr el riesgo", citó uno de los diarios, aclarando que son declaraciones del entrenador.
El caso generó tanta indignación entre diversos sectores en Sudáfrica, que se definió al hecho como "racismo del más alto orden". Para el gobierno sudafricano se trata de una acción humillante, sexista y racista de la IAAF. Según el político Butana Komphela, hubo numerosas atletas blancas que tenían rasgos masculinos y que nunca fueron sometidas a un test. "Esta conmoción se generó sólo porque ella es negra y superó a todas sus rivales europeas", añadió.

