Autocrítico. Sin cassette como suele declarar, así Juan Pablo Carrizo se mostró el día después del 0-2 en la Bombonera y que él, sin dudas el punto más saliente de este River que camina por la cornisa de la Promoción, convirtiera en contra el primer tanto del Xeneize. Un hito en los superclásicos ya que es el primero de un cuidapalos. "No se me escapó la pelota. Quise rechazarla y se me metió", afirmó, sincero, en el predio de Ezeiza tras el entrenamiento con la selección nacional y donde el propio Sergio Batista le dio un gran respaldo afirmando que "no creo que se caiga por este error. Todos sabemos sus grandes condiciones". El Checho ratificó a JP como uno de los tres arqueros para la Copa América en nuestro país. Carrizo, de flamantes 27 años, será el único del medio local, pues los otros son Romero y Andújar.

Los seis millones de euros que River le debería pagar a la Lazio por el pase del uno suenen a utópicos. Pero en el mundo "millonario" todos saben que lo del domingo fue un tropezón. Basta con recordar la actuación consagratoria que tuvo en el Clausura del 2007 en la misma Bombonera y que le sirvió a su equipo para rescatar un punto con aquel 1-1. Tras ese juego, llegó el pasaporte comunitario y su ida a Europa, donde nunca llegó a triunfar como en nuestro país. Algo similar le pasó en la selección Argentina donde Basile lo llamó por primera vez ese mismo año y Maradona lo borró en el 2009 tras el histórico 1-6 en La Paz de Bolivia por las Eliminatorias.

"El hincha de River tiene que ser agradecido con Carrizo y recordar que muchos de los puntos que tienen actualmente es por él". Este espaldarazo no se lo dio JJ López a su número uno, si no Juan Román Riquelme, en una muestra de lo valorado que es en el ambiente futbolero.