Nicolás Capaldo perdió un gol que recordará por mucho tiempo: tuvo una inmejorable chance para darle el empate a Boca ante River, en el Monumental, en la ida de las semis de la Copa Libertadores de América.

Iban 43 minutos del primer tiempo cuando el Xeneize lanzó una contra casi perfecta, en la que Wanchope Ábila hizo todo bien: dominó, desairó a Casco y cedió para que Capaldo tocara al gol con Armani ya medio jugado. El pibe levantó su remate y provocó incredulidad en todo el mundo de Boca, incluido Gustavo Alfaro.