Cristiano Ronaldo resultó el gran ausente en la cuarta gala de los premios The Best, que organiza la FIFA. El portugués, de 34 años, alzó el cetro en dos oportunidades (la restante lo hizo el croata Luka Modric, subcampeón con su seleccionado en el Mundial 2018) e integraba la terna de aspirantes al trofeo al mejor futbolista de la temporada 2018/2019 junto al delantero Lionel Messi y al defensor Virgil van Dijk, pero decidió no viajar, dejando su asiento vacío en el teatro La Scala de Milán.
Su ausencia causó sorpresa entre los organizadores, dado que hace un mes sí estuvo presente en los premios de la UEFA, que entronizaron a Van Dijk, campeón de la Champions League con el Liverpool. Incluso, entonces dialogó amablemente con Lionel Messi, hablaron ante las cámaras de la competencia entre ambos y hasta pautaron una cena a futuro.
Pero, a pesar de que la gala se desarrolló en Italia, el país donde hoy se desempeña, a apenas 142 kilómetros de Turín, la ciudad en la que reside, decidió no viajar. Quien lo justificó fue Maurizio Sarri, entrenador de la Juventus. "Cristiano tiene unas pequeñas molestias en los aductores y estaré pendiente de sus condiciones", dijo el director técnico, quien lo relegó de la lista de convocados para el encuentro de mañana ante Brescia, por la quinta fecha de la Serie A.
En consecuencia, la excusa resultó su puesta a punto para volver a la acción lo antes posible. Sin embargo, la justificación sonó pobre. Messi, por ejemplo, juega mañana con el Barcelona ante el Villarreal en el Camp Nou, por la Liga de España; sin embargo, de todos modos se subió a un avión junto a su familia y participó de la ceremonia. ¿Tendría el dato de que no iba a ser galardonado y por eso no concurrió a Italia?
La curiosidad: Cristiano integró el equipo ideal de la FIFA, pero al no estar presente en el escenario, donde subieron los restantes 10… Ni siquiera fue mencionado por los presentadores. Messi, en tanto, fue ovacionado por los presentes.