“Estoy feliz de ser jugador de Boca, porque quería volver a la Argentina, sueño con jugar el Mundial de Rusia y ahora voy a estar más cerca de volver al plantel”, contó Julio Buffarini, con un pie en el avión que lo lleva a Buenos Aires. “Voy a hacerme la revisión médica y a firmar todos los papeles de mi transferencia a Boca. Cedí varias cosas porque mi intención era jugar ahí”, agregó.

 

El jugador que deja San Pablo, después de una temporada y media, aclaró que Boca le comprará el 80 por ciento de su pase y que firmará contrato por 3 años. Y agradeció a todos los clubes por los que pasó: “No me puedo olvidar de Talleres, donde pasé mis mejores momentos, porque allí la gente siempre me apoyó, como tampoco de Atlético Tucuman, Ferro, San Lorenzo y también San Pablo”.

 

“Yo en el fútbol siempre fui feliz, porque además de ser mi trabajo es un juego y siempre juego a ganador. Nadie podrá nunca decir que me jugué en cada pelota dividida y nadie me podrá criticar que no corrí una pelota, o que la dí por perdida”, dice Buffarini. En estos días, el cordobés de General Cabrera, de donde también es el Cholo Guiñazú de Talleres, se casó en Carlos Paz con Florencia y fue acompañado por Martina, su hija. Los amigos le hicieron, incluso, la tradicional despedida de soltero.

 

El lateral volante no sale su asombro por ponerse la camiseta de Boca, aunque su sueño es volver a la Selección. “Los Reyes llegaron por anticipado a mi hogar y eso me puso muy feliz. No cualquiera juega en Boca“, agregó con una sonrisa cómplice.