Contra todos los pronósticos, Usain Bolt volvió a realizar su característico festejo tras imponerse en los 100 metros llanos del Mundial de Atletismo de Beijing, y se erigió en el máximo ganador histórico de los torneos ecuménicos de este deporte, al conquistar su novena presea dorada.

En su mejor marca de la temporada, el ahora tricampeón del mundo en los 100 metros, registró un tiempo de 9.79 segundos, una centésima más rápido que el primer favorito para la victoria, Justin Gatlin. El estadounidense no sólo que tenía los mejores registros de las últimas dos temporadas, sino que también lo ocurrido en las semifinales de esta competencia inclinaba a su favor notoriamente la balanza. Gatlin había clasificado en su llave con un tiempo de 9.77s, es decir que estaba a 3 centésimas de su mejor registro en el año, mientras que Bolt, con sufrimiento, había pasado con 9.96. La mejor marca del año del jamaiquino era de 9.87.

En la definición, hubo dos factores que le dieron otro rumbo a la resolución. Gatlin no tuvo una gran partida, dejando los tacos en 165 milésimas, siendo incluso más lento que un Bolt que no se destaca por ese momento, con 159. Y los últimos 5 metros fueron cruciales para que los apodos de "El Rayo", Usain "Gold" y "El hombre más rápido del mundo" sigan siendo de una actualidad absoluta para el jamaiquino que hace 3 días cumplió 29 años.

Una particularidad cerró los puestos de podio, ya que igualaron en el tercer lugar el joven estadounidense Trayvon Bromell, de 20 años, y el canadiense Andre de Grasse, con un tiempo de 9.92.

Con el tercer título en esta mítica prueba (antes había ganado en 2009 y 2013), Bolt iguala la marca de los norteamericanos Carl Lewis y Maurice Greene y se queda con el récord absoluto de 9 medallas de oro en los mundiales, una más que Lewis y Michael Johnson. Y va por más, ya que todavía debe disputar su prueba favorita, los 200 metros, y la de relevos.