Boca Juniors, que contó con la lucidez de su técnico Julio César Falcioni al momento de realizar los cambios, fue más que un inexpresivo Estudiantes de La Plata y ayer en el día de su cumpleaños 106, lo derrotó de local, por 2-1, en un discreto partido por la octava fecha.

Justamente Boca, que ayer logró su primer triunfo en la Bombonera (y el segundo consecutivo en el certamen), jugó mejor que su adversario, pero recién alcanzó la victoria cuando ingresaron el mencionado Lucas Viatri y su compañero de ataque Pablo Mouche, ambos en el tramo final del partido.

Si bien Falcioni acertó con los ingresos de Viatri por un lento e ineficaz Martín Palermo (aún no marcó en ocho fechas) y de Mouche por un insulso Cristian Chávez, a los 20 y 37 minutos de la segunda etapa, respectivamente, Boca mereció mucho antes los tres puntos.

Primero porque fue el único que propuso algo distinto (más allá de sus limitaciones futbolísticas) y segundo porque Estudiantes fue una sombra del equipo que brilla tanto a nivel local como internacional, en la Copa Libertadores de América, donde ya avanzó a los octavos de final.

Entonces el 2-1 final fue el resultado justo para un partido falto de fútbol, pero que por momentos mostró la mejor versión del Boca de Falcioni, principalmente en los 25 minutos iniciales con el despliegue de Leandro Somoza (completó su mejor partido desde que llegó al club) y por el juego de Juan Román Riquelme.

Así Boca se perdió dos goles con Juan Manuel Insaurralde (5m.) y Walter Erviti (6m.), y Estudiantes, en su primera llegada, se puso arriba en el marcador.

Todo empezó a partir de una serie de fallas en defensa (Somoza, Cristian Cellay e Insaurralde) y una soberbia definición del goleador uruguayo López, a los 7 minutos.

Pero Boca reaccionó rápidamente y, cuando se cumplía el primer cuarto de hora, Riquelme, mediante un exquisito tiro libre (al igual que en el 1-0 del fin de semana pasado contra Colón, en Santa Fe), estableció el justo 1-1 de la igualdad.

Luego el encuentro cayó en un pozo futbolístico, aunque el local siempre quiso algo más. Así en el segundo tiempo tuvo una chance a los 15 minutos, pero Palermo la desperdició. Esa fue la última intervención del goleador histórico de Boca, ya que a los 20 lo reemplazó Viatri.

Justamente Viatri, a los 60 segundos de haber ingresado, dejó mano a mano a Chávez y éste puso el 2-1, que Sergio Pezzotta no convalidó a instancias del línea Claudio Rouco.

Falcioni vio que podía ganar el partido y mandó a la cancha (tardíamente) a Mouche por Chávez. Y los dos cambios le dieron resultado, ya que un centro desde la derecha de Mouche encontró la cabeza de Viatri y Boca celebró un gran y justo triunfo en su cumpleaños 106 ante uno de los mejores equipos del fútbol argentino, Estudiantes (al que no le ganaba desde el 2007), que ayer con Juan Sebastián Verón y el resto de sus figuras jugó poco y nada.