Boca y Racing tienen todo por definir en la serie de cuartos de final de la Copa Libertadores. En el primer capítulo igualaron 0-0 en un intenso partido en La Bombonera, donde el Xeneize tuvo la iniciativa, las mejores chances, pero donde no supo concretar.
El desquite se jugará el miércoles próximo en Avellaneda y el ganador de esta llave se enfrentará en las semifinales con el vencedor de la serie entre el colombiano Pereira y el brasileño Palmeiras.
El conjunto de Jorge Almirón consiguió ser el protagonista excluyente de la velada, como el único equipo que propuso en ataque y generando situaciones netas que no logró aprovechar por falta de puntería. La novedad de Valentín Barco en posición de ataque dio sus frutos porque junto a Frank Fabra armaron una sociedad interesante.
Otra de las marcas registradas de la noche fueron los roces y las polémicas. Al minuto, un alcanzapelotas acomodó rápido el balón en el córner y convirtió de cabeza Edinson Cavani, pero Wilton Sampaio se enojó porque no había dado la orden de patear, anuló el tanto y echó al colaborador, provocando una ola de protestas. Después, Gabriel Arias se lo tapó a Cavani, Barco casi mete un centro en el ángulo y otra polémica encendió la noche, cuando Marcos Rojo le metió un codazo a Maxi Romero provocando su amonestación, mientras la visita pedía roja.
Las últimas tres de la etapa inicial también fueron locales: un centro de Fabra que desvió Nicolás Oroz y recorrió el área chica, un disparo del colombiano que despejó Leonardo Sigali y un tiro desde afuera de Cristian Medina. El complemento inició con la misma tónica, pero entre los cambios visitantes y la pronta lesión de Barco, la intensidad del anfitrión ya no fue la misma pese al buen ingreso de Lucas Janson y el final completamente volcado al ataque.
El ingresado Miguel Merentiel desperdició dos chances -una se la ahogó Arias- y cerca del cierre Maxi Romero tuvo la suya pero no logró desviar un buen centro. Al final, el cero dejó con una sensación agridulce a Boca, que dejó pasar el tren en su casa pero que, de repetir su juego en Avellaneda, seguramente logrará la eficacia que esta noche fue esquiva.