Boca logró anoche una victoria "imprescindible" sobre el conjunto boliviano Always Ready, por 2 a 0, con sendas conquistas de Darío Benedetto, para recuperar la autoestima y parte del terreno perdido tras el paso en falso del debut en el Grupo E de la Copa Libertadores registrado la semana pasada, al caer por el mismo marcador ante Deportivo Cali, en Colombia.
Las necesidades de Boca y su empecinamiento por alcanzar la séptima Copa Libertadores para así igualar en el récord a Independiente se encontraron anoche ante un rival sin historia que recién volvió a la primera división de su país en 2019, después de 28 años navegando en el ascenso boliviano.
Boca llegó aun más diezmado que ante los caleños, porque a las numerosas bajas por suspensión que acarrea de la edición anterior de Libertadores se sumó la lesión, el lunes mismo, de Nicolás Figal, lo que dejó sin alternativas de marcadores centrales. Por eso se debió recurrir a un chico de 20 años (cumplirá 21 el próximo sábado) como Gabriel Aranda, capitán de la reserva, para hacer dupla central con Gastón Ávila. Por eso la desesperación de Battaglia cuando sobre el final de la etapa inicial y ya Boca ganaba por un gol de Darío Benedetto empujando la pelota sobre la línea de sentencia tras una precisa habilitación de Exequiel Zeballos, al reaccionar Ávila intempestivamente empujando a Rodrigo Ramallo por una fuerte falta sobre su compañero Frank Fabra cuando el colombiano estaba en el suelo.
El tanto de "Pipa", que está muy lejos de su nivel, llegó por una inspiración de Zeballos, la figura de la noche.
Ya en el complemento Boca se hizo dueño de las acciones estando 11 contra 10, imponiendo más el peso de la jerarquía de algunas individualidades que su inexistente juego colectivo, una larga deuda que este equipo tiene con el fútbol auriazul desde mucho antes que Battaglia asumiera su dirección técnica. Pero a esa orfandad futbolística Boca también debe padecer ciertamente ese mencionado mal de ausencias que encima se le siguió agudizando especialmente en la faz defensiva cuando en el entretiempo debió salir por una lesión muscular el arquero Agustín Rossi. Tuvo que ser relevado por el juvenil (19 años) Leandro Leonel Brey, que llegó al club de la Ribera desde Los Andes. Con todos esos lastres a cuestas, Boca cumplió "con su obligación" y hasta en tiempo de descuento tuvo la oportunidad de ampliar el marcador con un cabezazo del mencionado Benedetto, que hoy, y pese al bajo nivel mencionado, fue pura productividad.
Lo que viene
Para Boca se viene ahora una agenda más que intensa. Por la Copa de la Liga, donde tiene que buscar asegurar su permanencia entre los cuatro primeros para acceder a los play off, le toca el domingo toparse con Lanús. Mientras que el próximo miércoles 20, hará lo propio ante Godoy Cruz, en ambos casos con la ventaja de jugar en la Bombonera.
Fabra: "Era roja clara"
Además de los tres puntos, Frank Fabra (foto) se llevó de la Bombonera una durísima patada que ocasionó la expulsión de Rodrigo Ramallo.
"Afortunadamente se dieron las cosas bien. La expulsión es una roja clara. Me pega una patada muy dura en la cara, desde ahí se nos hizo un poco más manejable el partido", expresó en ESPN el colombiano, que antes del cierre del primer tiempo sufrió un puntapié del futbolista boliviano en su rostro mientras estaba tirado sobre el terreno de juego.
Además, el lateral izquierdo xeneize vertió su análisis del partido: "Sabíamos que era un equipo que se iba a replegar bien atrás, iba a dejar que propusiéramos. Por suerte logramos tener la pelota, empezamos un poco imprecisos, pero al final tuvimos muchas acciones de gol". Y cerró, con la alegría a flor de piel por la vuelta al triunfo como local: "Se nos estaba haciendo difícil, pero afortunadamente ganamos y nos quedamos con los tres puntos".