Las autoridades de Boca Juniors pidieron ayer a la Conmebol la suspensión definitiva de la revancha de la final de la Copa Libertadores ante River, la descalificación del club de Núñez y sanciones por las agresiones al micro que trasladó a los jugadores al Monumental.

El presidente de Boca, Daniel Angelici, y el Secretario General, Christian Gribaudo, firmaron un petitorio, asesorados por sus abogados, con cinco puntos que expusieron de manera oficial la intención del club "xeneize" para no jugar y ser proclamado campeón.

El punto dos señala que se "suspenda en forma definitiva" el desquite ante River por la final de la Copa Libertadores.

El punto tres solicita "la descalificación del Club Atlético River Plate" del máximo torneo continental amparado en el artículo 18, inciso 1, del reglamento de la Conmebol.

Y el quinto ítem aguarda que el Tribunal de Disciplina de Conmebol informe las medidas que tomará al respecto con información detallada.

El petitorio de Boca inicia con la frase del titular de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez: "En la Conmebol que presido, el fútbol no se gana con piedras ni agresiones. Lo ganan los jugadores en la cancha".

La respuesta de Boca fue la siguiente: "Cabe preguntarse si ello es así ¿Por qué existe el inciso 1 del artículo 18 en el Reglamento Disciplinario, que prevé entre las sanciones posibles la descalificación de una competición".

Y agregó: "La prudencia debe primar en estas instancias, y el Presidente de la Conmebol debiera abstenerse de opinar públicamente sobre esta cuestión, ya que de esta manera está afectando gravemente la independencia del órgano disciplinario que debe resolver esta cuestión".

De esta manera, Boca expuso oficialmente su postura, más allá de la decisión de la Conmebol.

 

Nueva revisión para Pérez

 

El jugador de Boca Juniors Pablo Pérez concurrió ayer nuevamente a la clínica para que le realicen una nueva revisión en el ojo afectado. Pérez, indignado, aprovechó para contar que los doctores de la Confederación que firmaron que estaba en condiciones de jugar y, aún 48 horas después, ninguno lo revisó. "Deben tener alguna orden de que no me vinieran a ver", disparó el capitán de Boca.