Boca Juniors hizo ayer un mal partido, empató sin goles en su visita a Atlético de Rafaela, el equipo más comprometido por el descenso, y quedó a solo tres puntos de su escolta, Newell’s Old Boys. En dos compromisos Boca dejó cuatro puntos en el camino y la sombra de sus perseguidores que por cierto asoman en masa. El partido expuso en el comienzo las necesidades de cada uno. Boca intentó manejar el balón, pero primero tuvo que acostumbrarse a las dimensiones del campo de juego.
Entonces tuvo paciencia para tomarle la mano al terreno, pero siempre teniendo la iniciativa, es cierto sin ser profundo en el arranque. Solamente una jugada de Rodrigo Bentancur que terminó con un remate débil del volante uruguayo que Lucas Hoyos detuvo sin inconvenientes. Boca, además, le cortó el circuito futbolístico a los rafaelinos. Controlado Gabriel Gudiño, aisló a Kevin Itabel, no le dio espacio a Emiliano Romero y Lucas Pittinari.
Con el correr de los minutos el juego se hizo parejo y deslucido. Mucho pelotazo, pocas jugadas asociadas. A los 25 en su primer aparición en el juego, Gudiño pudo ganarle a Frank Fabra, llegó al fondo y terminó sacando un remate que pasó frente al arco. De a poco Gudiño comenzó a encontrar espacios para desbordar, para escalar por la banda derecha, pero incidía poco.
El primer tiempo se fue sin emociones en los arcos y con la sensación que ninguno de los dos hizo lo suficiente como para merecer algo más que el empate.
No hubo muchos cambios en el inicio del complemento. Apenas que Atlético trató de adelantarse unos metros en el campo. Generó un par de jugadas de pelota parada en los primeros minutos. Sin embargo, Boca contestó primero con un remate de media distancia de Darío Benedetto a los 4 minutos y después, a los 7, Fernando Zuqui no terminó bien una jugada entre Fabra y Pavón. Hubo que esperar a los 14 para ver una buena jugada -tal vez la mejor- , por izquierda de Pavón, que abrió para Fabra y el centro del colombiano no pudo ser conectado ni por Benedeto ni por Pablo Pérez.
De a poco, Boca se fue acercando a los dominios de Hoyos. Apostó por Walter Bou en lugar de Benedeto para buscar un poco más de profundidad. Desde la actitud, desde la intención, Boca se hizo dueño del trámite. Monopolizó la tenencia del balón, no le dio espacios a los locales. Claro que después le seguía faltando la profundidad necesaria para llegar al gol. Rafaela contó con pocas chances, solo a los 29’ una corrida de Mauro Albertengo que terminó en un centro que Pittinari empalmó a la carrera y remató desviado.
Sin embargo, el trámite no mejoró, siguió siendo parejo y no mostró casi nada de fútbol. Daba la sensación que el gol llegaría sólo por algún error o alguna inspiración individual. Como pudo ser el remate espectacular que sacó Romero a los 39 y que terminó en el formado el travesaño y el palo izquierdo de Agustín Rossi. Ni las necesidades ni las urgencias de unos y otros alcanzaron para armar un partido interesante. Tal vez los nervios, los apuros hicieron que todo fuera peleado, pero sin la cuota de fútbol necesaria.
No se sacaron ventaja
Boca no hizo pie
Muy incomodo se encontró Boca en una cancha de 97×62 metros, le costó encontrar espacios y entró en la fricción donde Rafaela se mueve como pez en el agua. El partido murió en la intrascendencias de la mediocridad.
Rafaela no lo respetó
Acuciado por las circunstancias, si hoy terminara el torneo regresaría a la B Nacional, el Atlético Rafaela salió con una actitud decidida de pelear cada pelota como si fuera la última y se le animó aunque tibiamente a atacarlo.
Benedetto, casi
Cuando faltaban seis minutos para el final del partido el goleador de Boca, Darío Benedetto, estrelló un remate en el travesaño; podría haber sido la victoria, injusta, pero victoria al fin, para un Boca bastante desteñido.
GUILLERMO BARROS SCHELOTTO
‘La cancha es chica’
El entrenador de Boca Juniors, Guillermo Barros Schelotto, dejó de hablar con la prensa en la vereda lindante al vestuario visitante, molesto porque un hincha de Atlético Rafaela ubicado en una de las terrazas del estadio le gritaba que no ‘llore’ más y luego lo insultó.
‘Me voy a ir porque me están insultando. No se puede vivir así. No puedo vivir así. Muéstrenlo al que está insultando. Así no viene más a la cancha y se dedica a cuidar a la familia. No ven cómo está insultando…’, dijo el ‘Mellizo’ con cara de pocos amigos, ante los periodistas sorprendidos por la situación.
Antes se refirió a la actuación de su equipo y buscó como excusa el campo de juego: ‘La cancha es chica y estaba en mal estado. Encima antes hicieron jugar a la reserva. Es difícil jugar bien así’.
‘El empate está bien. No hicimos la diferencia como para ganar el encuentro’, culminó.
Bentancur fue el más clarito
‘Jugando en Boca no podés tener presiones’
El volante de Boca Juniors Rodrigo Bentancur expresó que el jugador ‘xeneize’ ‘no puede sentir presiones a la hora de las definiciones en el campeonato’.
‘Estando en Boca no podés tener presiones. Jugás con la camiseta de Boca, qué más querés’, comentó el mediocampista, que en julio se incorporará a la Juventus, de Italia.
‘El partido fue muy trabado, en un campo muy difícil para jugar. Creo que el empate fue justo. Nosotros no jugamos bien pero ellos tampoco. Tenemos que tratar de volver a nuestro juego y algunas ausencias se sienten porque son jugadores importantes’, apuntó.
El uruguayo se conformó con que el equipo ‘sigue puntero más allá de que se achiquen las diferencias. Veremos si estos dos empates sirven o no en el futuro. Soy optimista porque hay plantel para serlo’, estimó.
Y sobre su participación con la selección de Uruguay en el próximo mundial Sub-20 a disputarse en Corea del Sur, sostuvo que ‘todavía hay tiempo para que se tome una decisión. Yo tengo ganas de ir, pero hay que esperar a ver qué pasa’, dijo el jugador, cuyas palabras tomaron mayor dimensión al conocer que River empató como local con Sarmiento de Junín.
‘Hay que esperar hasta el final, lo importante es que dependemos de nosotros y allí reside el optimismo. Este es un plantel capacitado para ser campeón’, concluyó.