Boca Juniors cumplió con su trabajo. Le ganó a Santamarina de Tandil, pasó a octavos de final de la Copa Argentina de fútbol y embolsó 702.000 pesos como premio. Va por el camino correcto, porque el Xeneize quiere ganar este torneo para meterse en la próxima Copa Libertadores. Eso sí, ahora tiene en su camino a Lanús. Un equipo que siempre le ha presentado dura lucha.

Anoche, el partido arrancó con un juego vivaz y parejo. Santamarina, replegado, neutralizó sus avances y, cuando tuvo tiempo y espacios, buscó contragolpear. Pero a medida que fueron pasando los minutos, el Xeneize tomó el dominio de las acciones y su ataque se hizo constante. En ese panorama, Tevez dominó los hilos en la zona de gestación y Benedetto empezó a mostrarse como el más peligroso.

Hasta que a los 18’ llegó la apertura del tanteador. Fue en una doble jugada de peligroso en cercanías del arco tandilense. Tras un par de rebotes, en los que parecía que finalmente la chance de anotar se iría, la pelota llegó hasta Fabra por la izquierda. El colombiano tiró un centro preciso y Benedetto se levantó para meter el cabezazo goleador. La diferencia en el tablero justificaba lo que estaba pasando en el campo de juego.

En el segundo tiempo, antes de los 10’, Boca tuvo otra chance clarísima de anotar. La jugada fue de derecha a izquierda y, en el último toque, Tevez abrió para Fabra que entraba a la carrera. El morocho colombiano metió el bombazo cruzado que el arquero Papaleo logró neutralizar con lo justo.

Boca siguió siendo más peligroso, pese a las necesidades de empate del adversario. Con más campo y menos marca pegajosa, el Xeneize tuvo otras chances. Primero con un tiro fuerte de Pavón y después con dos goles que terminaron siendo anulados. El primero porque Benedetto cabeceó pero estaba adelantado y después porque se dio un autogol de los tandilenses pero la pelota ya se le había ido a Pavón.

Y llegó el minuto 26 y con él la sorpresa general. Es que el experimentado jugador de Santamarina corrió apareado con dos defensores rivales y, como vio adelantado a Sara, le dio con precisión y la clavó en un ángulo.

Pero ese empate fue sólo un espejismo en la ilusión de los tandilenses. Porque 6 minutos después Pavón, de buen partido, clavó el segundo de Boca y, pese que estaba adelantado, el gol fue convalidado.

Desde el principio hasta el final, el Xeneize terminó por justificar la victoria que llegó por ese gol en posición prohibida.