El conflicto por el cual Karim Benzema no tuvo chances de jugar la Copa del Mundo de Qatar para Francia se debió al malestar que generó con el entrenador Didier Deschamps, enojado porque el goleador ocultó una lesión, y por su mala relación con algunos referentes del plantel galo.

El primero de los motivos se gestó en Clairefontaine, donde se concentró el equipo antes de ir al Mundial. Benzema llegó del Real Madrid con molestias musculares pero no quiso que lo examinara el cuerpo médico del seleccionado galo.

L’Equipe añadió que comenzaron las sospechas del staff técnico de Deschamps de que Benzema no estaba siendo sincero sobre su estado físico y pese a que el jugador llegó con el plantel a Doha, en la práctica previa al debut acusó la lesión que lo hizo retornar a Madrid.

Si bien el delantero del Real Madrid quería quedarse con el plantel, desde el cuerpo técnico le aconsejaron que lo mejor era que se marchara a España para recuperarse con mayor tranquilidad.

Esa decisión se debió a que algunos jugadores como Antoine Griezmann y el arquero Hugo Lloris fueron los más disgustados con Benzema y por ese motivo el DT Deschamps jamás pensó en citarlo para la final ante Argentina.