Con un patrimonio financiero medio que supera los 67.158 euros anuales, los ciudadanos belgas son los más ricos de Europa. Con 21 partidos consecutivos sin conocer la derrota, no pierden desde septiembre de 2016 y ayer volvieron a ganar y golear (5-2) a Túnez para clasificarse virtualmente a octavos de final. Con dos jugadores creativos como Kevin De Bruyne y su capitán Eden Hazard que ayer convirtió dos goles, y con un goleador explosivo como Romelo Lukaku que ayer, también, anotó dos goles y logró igualar a Cristiano Ronaldo como goleador del Mundial y lograr dos dobletes seguidos, algo que no había hecho nadie desde Diego Maradona en México 86; podría afirmarse, también, que apoyados en lo que se ha denominado su "generación dorada", sus futbolistas quieren ser los más ricos del mundo.
Cerrando la historia del partido que dominó con claridad y a voluntad el equipo dirigido técnicamente por el español Roberto Martínez, el quinto gol belga lo hizo Michy Batshuayi, mientras que para los tunecinos marcaron Dylan Bronn y Wahbi Khazri, cerrando la mejor exhibición futbolística vista hasta ahora en Rusia 2018.
Bélgica llegó a la cita ecuménica con el rótulo de posible sorpresa, apoyada en su fútbol fresco de toque, rotación y gambeta. Tras sus dos presentaciones que mostraron un equipo sólido, profundo y efectivo, que sabe a qué juega y está convencido de lo que puede, hay que afirmar que es una grata realidad.