Buenos Aires, 16 de abril. – La lesión de Sebastián Alejandro Battaglia, la mejoría demasiado lenta de Juan Román Riquelme y la reaparición de Julio Cáceres en las prácticas de fútbol fueron los focos de atención esta mañana, en el entrenamiento cumplido por Boca Juniors en Casa Amarilla.
Iban veinte minutos de la sesión de fútbol dispuesta por el director técnico Carlos Ischia cuando Battaglia pisó mal y cayó, dando muestras de intenso dolor, tras lo cual se incorporó e intentó seguir, pero caminaba con mucha dificultad, por lo que se retiró.
"Es un esguince de tobillo derecho. En principio, leve. Pero hay que esperar el resultado de los estudios", informó posteriormente el doctor José María Veiga, quien al ser consultado sobre si el volante central podría ser infiltrado respondió que "es una posibilidad, pero no es aconsejable".
Aunque la dolencia no reviste gravedad, el problema es el escaso tiempo de recuperación que media entre hoy y el domingo, día del clásico ante River Plate, pero dada la importancia de Battaglia, seguramente se va a esperar hasta último momento y si su condición es mínimamente aceptable, va a jugar.
En caso contrario, las posibilidades son que Fabián Vargas sea el volante central y Cristian Chávez el carrilero derecho, como en la fecha anterior frente a Estudiantes de La Plata, o que Juan Forlín ocupe la plaza dejada por Battaglia e ingrese Ezequiel Muñoz a la última línea, como en el entrenamiento de hoy.
Respecto de la inflamación plantar que le impide apoyar el pie derecho a Riquelme, Veiga manifestó que "clínicamente no se puede decir que haya habido una mejoría sustancial pero yo confío en la palabra de él, que va a jugar".
El número diez, como a lo largo de toda la semana, ni se asomó a ninguna de las canchas del complejo y pasó el tiempo entre sesiones de kinesiología y tareas en el gimnasio.
En cuanto a Cáceres, por primera vez desde el desgarro de aductor derecho que sufriera el 28 de marzo practicó fútbol, durante cincuenta minutos, como la mayoría de los que serán titulares, y no mostró ninguna dificultad, por lo que pasó a ser candidato firme para jugar frente a River.
Martín Palermo y Forlín, que por un golpe en la rodilla derecha y una contractura en el aductor derecho, respectivamente, no habían tomado contacto con la pelota ayer, hoy sí trabajaron sin restricciones, con lo que quedaron reconfirmadas sus presencias en el clásico.
El que cumplió con ejercicios diferenciados fue Vargas, por la contractura de aductor izquierdo que lo viene aquejando también desde el 28 de marzo, pero se trató sólo de una precaución extrema y su inclusión no está en duda.
La práctica principal se extendió en dos tiempos de 25 minutos cada uno y el equipo mayoritariamente titular ganó sobre el final por 1 a 0 con gol de Palermo, que conectó de zurda un centro de Sebastián Alberto Battaglia.
Con remeras azules jugaron: Roberto Abbondanzieri; Hugo Ibarra, Cáceres, Forlín (luego Muñoz), Claudio Morel Rodríguez; Chávez, Sebastián Alejandro Battaglia (luego Forlín), Sebastián Alberto Battaglia; Nicolás Gaitán; Rodrigo Palacio y Palermo.
Con pecheras anaranjadas lo hicieron: Josué Ayala; Julio Barroso, Facundo Roncaglia, Gabriel Paletta, Juan Krupoviesa; Alvaro González, Exequiel Benavídez, Damián Díaz; Leandro Gracián; Pablo Mouche y Luciano Figueroa.
Después, en otra práctica de fútbol, un combinado de suplentes y reserva venció por 2 a 1 a uno de cuarta, con goles de Díaz y Lucas Viatri por el vencedor y de Leandro Kuszk por el vencido. De un lado actuaron: Javier García; Gastón Sauro, Paletta, Muñoz; Barroso, Benavídez, Sebastián Alberto Battagllia; Díaz, Jonatan Philippe; Ricardo Noir y Viatri.
Sus rivales fueron: Maximiliano Scapparoni; Alejandro Alfonso, Brian Flores, Enzo Ruiz, Leandro Aguirre; Cristian Erbes, David Drocco, Nicolás Colazo (luego Kuszko); Gonzalo Cabrera; Nicolás Blandi y Gabriel Rodríguez (luego Sonny Norde).

