Barcelona alcanzó el título de LaLiga española de fútbol, al derrotar en el clásico a Espanyol, por 4-2, en partido correspondiente a la 34ta fecha de la competencia. Bajo la conducción del DT Xavi Hernández, el conjunto blaugrana recuperó la corona luego de tres temporadas y obtuvo el vigésimo séptimo campeonato liguero, a lo largo de su historia. El polaco Robert Lewandowski, máximo anotador del torneo con 21 conquistas, convirtió por duplicado, a los 11 y 40 minutos de la primera etapa. El lateral Alejandro Balde, de apenas 19 años, aportó un gol (Pt. 20m.), mientras que el defensor francés Jules Koundé (St. 8m.) decoró el "póker" para la entidad presidida por Joan Laporta, que todavía sueña con repatriar a Lionel Messi.

Los hinchas del Espanyol invadieron el campo de juego y no permitieron la vuelta olímpica

De esta manera, Barcelona llegó a la suma de 85 puntos, con 27 triunfos, 4 empates y 3 derrotas. El equipo de Xavi se volvió inalcanzable para su escolta, Real Madrid (71), a falta de cuatro jornadas para el cierre.

Espanyol, su adversario histórico de la ciudad que pelea por la permanencia, descontó en el estadio Cornellá de Llóbregat, con las anotaciones de Javi Puado (St. 28m.) y Joselú (St. 47m.), según reflejó "Flashscore".

De este modo, la institución blaugrana obtuvo el campeonato número 94, a nivel global, según este desglose: 27 Ligas; 31 Copas del Rey; 17 Supercopas de España; 2 Copas de la Liga; 5 Ligas de Campeones de Europa; 3 Mundiales de clubes; 5 Supercopas de Europa y 4 Recopas de Europa.

Con la derrota alcanzada en la jornada, Espanyol continúa en zona de descenso, con 31 puntos; en la penúltima posición, a tres de Getafe (34), que hoy sería el último conjunto que retrocede a la Segunda división.

 

Xavi, conforme con la corona

"Es una sensación magnífica. Trabajo bien hecho. Esto empezó en julio. 10 meses de trabajo, sacrificio. Se lo merece la afición, el club. Nos da estabilidad y seguridad de que las cosas se están haciendo bien. La celebración es normal, pero entiendo que no estamos en nuestra casa y no se puede faltar al respeto. Sé que es difícil de controlar, pero les he dicho que lo mejor era entrar ya" remarcó. "Hemos sufrido muchísimo. Aquí hay muchísima crítica. No se valora suficiente el trabajo que se hace. Esto es el Barça y sé cómo es. Ya me pasó de jugador. Esto nos da seguridad para creer en el proyecto. Creo que hemos sido un equipo. Queremos ganar los cuatro partidos que quedan".