Está contento. Esa sonrisa que lo caracteriza ilumina su rostro cuando habla sobre los tres meses que pasó, gozó y sufrió en Italia, lugar al que llegó con la idea de pasar el monitoreo de los propietarios del equipo Ciber Team CV Breganze para conseguir lo que anhela, iniciar el camino dentro del ciclismo profesional. Emiliano "Bam Bam" Fernández, el doble campeón argentino del Kilómetro, retornó a su casa en Chimbas y no sólo no se bajó de la bicicleta, porque el domingo 5 participó del Campeonato Cuyano, sino que prometió hacer su mejor esfuerzo para aportar su granito de arena en el Argentino de Pista, que se correrá esta semana próxima en Mar del Plata, desde el lugar que le toque.

"Estoy muy contento porque después de correr varias pruebas, los directivos del equipo me comunicaron que había pasado la prueba y que me integrarían a la nómina de ciclistas que participará de la próxima temporada de ruta, que empieza en febrero", comentó.

Haber estado abocado durante tres años a crecer en la especialidad del Kilómetro, al principio, le jugó en contra. "En la primera carrera que corrí, el Giro para dilettantes, con la Selección Argentina Sub-23, no pude superar la extensa y pronunciada subida que tenía el circuito. Me costó mucho y abandoné. Después, cuando me sumé al equipo, la cosa cambió", afirmó.

El hecho de establecerse, de salir a realizar un entrenamiento controlado, con varios días ascendiendo diferentes puertos, algunos de ellos de primera categoría fueron templando su ánimo. "¿Si extraño? Un montón, pero ahora con el Facebook no había día que no chateara con mis familiares y amigos. Eso me dio fuerzas. Yo mismo me decía: ", confió.

Participó de varias competencias y su mejor posición fue un 12do. puesto. Circunstancia a la que valora según el momento de adaptación que le tocó vivir. "Al principio fue difícil porque no entendía nada del idioma, pero compartir concentración con los hermanos Richeze me sirvió mucho. Con ellos hablaba en castellano", dijo el pedalero que a fuerza de trabajo comenzó a familiarizarse con la montaña.

"Allá, en Bassano Di Grappa, donde me alojé hacés 14 kilómetros de llano y viene una subida. A veces hacemos 120 kilómetros y pasamos cuatro o cinco veces por el ascenso del puerto -cerro como le dicen acá-. Es bravo". explicó.

Consultado sobre las cosas que más lo sorprendieron, Emiliano, dijo que el aspecto organizativo. "Allá de lo único que tenés que preocuparte es por llegar a la ciudad donde se larga y subirte a la bicicleta. Cosas tan simples que acá te sacan de la concentración en la carrera, como tener que andar buscando tus auxilios", terminó.