Australia 28 de enero.- El choque entre la tercera y cuarta preclasificadas del Abierto de Australia prometía un duelo más parejo. Pero Victoria Azarenka (Nº3), bielorrusa, pronto se encargaría de echar por tierra con las esperanzas de María Sharapova (Nº4), nacida en Rusia, de llegar a la cima del ránking de la WTA. Ese puesto le pertenecerá a la nueva campeona del torneo a partir de la próxima semana.
Curiosamente, el juego comenzó favorable a Sharapova. Un rápido quiebre inicial y su tranquilidad para mantener el servicio le permitieron escaparse por 2-0, pero pronto surgió Azarenka con un juego más variado y profundo, preciso y potente cada vez que Sharapova dejaba pelotas en mitad de cancha.
Así, consiguió igualar la cuenta, y luego de un transitorio 3-3 pasó a dominar el partido prácticamente a placer. Quebró el servicio de su rival en el octavo game y definió el set con tranquilidad: 6-3.
Sin embargo, nadie se esperaba lo que seguiría. El segundo set se abrió con una Sharapova insegura, situación que su rival leyó inmediatamente y no dejó pasar. Cuando María quiso reaccionar, la confianza de Azarenka era tal que nada la podía detener.
Uno de los mejores puntos del juego selló un nuevo break en el inicio del parcial.Sharapova mostró señales de recuperación y dispuso de una chance de quebrar en el siguiente juego, pero no la pudo aprovechar y se derrumbó.
La racha de juegos ganados por Azarenka no tenía fin. Y de hecho, no lo tuvo. Hilvanó nueve games consecutivos, sin importar quién sirviera, hasta sellar el 6-3 y 6-0que quedará en la historia como una de las finales de mayor dominio de una tenista sobre otra en el Australian Open.
