Las ilusiones de Argentina de instalarse entre los cuatro mejores del Mundial de Básquetbol de Turquía (el objetivo que tenía este plantel luego de haberlo concretado en los dos últimos Mundiales y en los dos últimos Juegos Olímpicos, las dos grandes competencias del básquetbol internacional) quedaron deshechas ante el aplastante triunfo de Lituania por 104-85. Argentina, que pareció un equipo atado y sin respuestas ante la efectividad de los europeos, deberá conformarse ahora con luchar por el quinto puesto y hoy iniciará el camino ante Rusia, desde las 15. Lituania, a su vez, se medirá mañana con el gran candidato, Estados Unidos, en una de las semifinales (la otra es Turquía-Serbia).
El equipo de Hernández fue dominado durante casi todo el partido por un rival que jugó en un nivel extraordinario, con una gran defensa sobre los principales hombres argentinos, pero sobre todo con una espectacular puntería en triples, anotando 12 de sus 24 intentos.
El juego apenas mostró paridad en los primeros 5′ del partido. Fue cuando Scola aprovechó las pocas opciones que dispuso o cuando Delfino logró alguna penetración. Desde allí todo fue de Lituania, que decidió presionar a Prigioni y atacarlo insistentemente en ofensiva para desgastarlo.
Al mismo tiempo, lo cerraron a Scola (apenas 13 puntos) con un juego de fricción permanente, no les dieron espacio a los tiradores y dejaron a Argentina sin gol. La gran noche lituana se completó con una efectividad demoledora desde la línea de 6,25, sumando 8 conversiones consecutivas sin fallos.
Los argentinos intentaron una reacción para acercarse a un 21-17, pero no hubo continuidad. Desde allí lo de Lituania fue casi perfecto. No paró de estirar la diferencia, sustentado en su gran defensa, que lo provocó muchos malos tiros a los argentinos, que además, tuvieron algunas pérdidas que su rival no le perdonó.

