Ya hay mucha adrenalina, ya se sienten los nervios. No es una final, pero se siente como si lo fuera. Porque el River del Muñeco de Gallardo saldrá a las 21.45 a dar vuelta el 0-1 en el Monumental. Tiene con qué, lo ha demostrado en varios partidos. No va por una hazaña, sino por tratar de plasmar lo que hizo en otras fases contra un rival que es el actual campeón, que es local y que tiene oficio.Sin embargo, hay confianza en el Millo.

 

 

Habrá que ver si River (sale a la cancha con colores no habituales) se ilumina en el césped del Arena do Gremio, que presenta al menos estéticamente una imagen mucho mejor a la de la semana, ya que había quedado muy dañado en la mitad de la cancha por el recital de Shakira. El sábado hubo fútbol por el Brasileirao y se notó el mal estado, pero en estas últimas 48 horas trabajaron a full y lo dejaron más prolijo, el tema será ver cómo rueda la pelota y eso recién se sabrá durante el partido. Lo que se observa es algo deteriorado un sector de la mitad de la cancha. 

 

 

Gallardo no podrá estar en el banco de suplentes ni en comunicación con su mano derecha, Matías Biscay, por la suspensión de un partido. No confirmó el equipo, pero todo apunta a que irián desde el arranque Nacho Fernández y Lucas Pratto. Así, los 11 serían: Armani; Montiel, Maidana, Pinola, Casco; Nacho Fernández, Ponzio, Palacios, Pity Martínez; Pratto y Borré.

 

River tiene que ganar para pasar: por 1-0 habrá penales, por un gol pero metiendo de mínima dos se clasifica a la final con el ganador de Palmeiras-Boca y por más de un gol de diferencia, también.