La imagen asusta. También preocupa. De repente, en México y en Argentina, el tema empieza a crecer. Y las preguntas se multiplican. ¿Qué le pasa a Diego Maradona? ¿Por qué se lo ve caminando con tanta dificultad? ¿El problema son sus rodillas o hay algo más? ¿Se está tratando? Lo que genera tantos interrogantes es un breve video, de apenas 9 segundos, pero contundente, en el que el actual entrenador de Dorados de Sinaloa aparece caminando con muchísima dificultad y de la mano de Luis Islas, su ayudante de campo.
Se habla de que Diego tiene artrosis en sus dos rodillas. Una enfermedad que no tiene cura y que consiste en el deterioro o la desaparición del cartílago articular, ubicado entre el fémur, la tibia y el peroné. Y que además de dolor, puede terminar en la incapacidad para caminar y permanecer de pie, así como la deformidad progresiva de la rodilla. Y el motivo, claro, sería la exigencia a la que el Diez sometió a su cuerpo durante toda su vida.
A días de cumplir los 58 años (nació el 30 de octubre de 1960), todo indica que su entusiasmo por volver a trabajar con un equipo y hasta su dedicación para enseñar movimientos dentro del campo se le están volviendo en contra. Antes del Mundial de Rusia, de hecho, Diego viajó a Cali, Colombia, para realizarse una operación en sus rodillas con el doctor Gabriel Ochoa, el hijo del ex entrenador Gabriel Ochoa Uribe y un especialista en la materia. Y ya en aquel entonces le recomendaron jugar lo menos posible al fútbol.
Pero nadie duda de que Maradona lleva la pelota en los genes y, por eso, es muy difícil contenerlo cuando se prende en algún ejercicio con el plantel que dirige. Y lo mismo sucede con su pasión por el baile, otra actividad que también le encanta hacer y que le genera una fricción en sus rodillas que, más temprano que tarde, termina pasándole factura.
"Quiero trabajar hasta que me den las rodillas. El día que no me den más, me voy", aseguró Diego hace unas semanas en conferencia de prensa. Y si bien algunos ya se animan a ponerle fecha de vencimiento, hay un dato importante: durante la visita que se le hizo en Sinaloa, Clarín constató que fueron varios los entrenamientos que Diego comenzó con dificultad para trasladarse pero todos los terminó en movimiento, trotando alrededor del campo de juego o pateándole a Gaspar Servio, el arquero de Dorados.