“Soñado”. Así fue como describió Rodolfo Arruabarrena su debut al frente de su querido Boca. Pero aunque el equipo mostró un notorio cambio de actitud en la victoria contra Vélez, el Vasco no quiso adueñarse de los laureles: “Yo no convencí a nadie, son ellos. Exclusivo mérito de los jugadores, la actitud y la entrega que tuvieron. En dos días no podés cambiar la cabeza, no hacés nada”. Y no quiso dejar de dedicárselo a Bianchi: “El entrenador que pasó por aquí tiene mucho que ver. Los jugadores estaban muy dolidos. Para Carlos es este triunfo”.

Arruabarrena también habló de la impronta que quiere imprimirle a su equipo: “Hay cambio de entrenador, jugadores que se quieren mostrar. Me gusta la manera. El esfuerzo, el compromiso y el contagio con el que jugaron. No significa que está todo logrado, hay mucho por mejorar. Pero cuando vienen los triunfos se trabaja más tranquilos, trae confianza pero no es para volverse loco. Hay un cambio y todo cambio lleva su tiempo. Si somos inteligentes y tenemos los pies en la tierra nos va a servir. Es un partido, nada más”, agregó.

Además, el Vasco analizó: “En el primer tiempo estábamos muy acelerados, si bien tuvimos situaciones nos faltó apoyar un poco más a Jonathan (Calleri). Ellos se encontraron con un muy buen gol pero supimos revertir la situación. Es importante la intensidad, pero tenemos que tener calma para manejar la pelota. La gente apoyó constantemente y eso significa que el equipo mostró algo”.