El estadounidense Lance Armstrong tuvo que renunciar ayer a su sueño de ganar su octavo Tour de Francia al ceder mucha distancia en la cima de Morzine-Avoriaz tras 183,2 kilómetros ganados por el luxemburgués Andy Schleck, segundo en la general por detrás del australiano Cadel Evans, campeón del mundo que quedó como nuevo dueño de la malla amarilla, que identifica al líder de la clasificación.

En la octava etapa se arruinaron ya las posibilidades de Armstrong, que sufrió mucho en la primera gran dificultad montañosa, la ascensión de 14,3 kilómetros al Col de la Ramaz, en los Alpes, y terminó en el puesto 61, a 11m.45s. de Schleck.

Ahora la lucha por la malla amarilla del 25 de julio en París parece estar entre tres corredores: el español Alberto Contador – campeón el año pasado-, Schleck y el hoy propietario Evans, que tiene 20 segundos sobre Schleck, mientras que Contador es tercero a 1m.01s. Armstrong ocupa el puesto 39 a 13m.26s.

La primera etapa alpina ofreció dos ascensos de primera categoría, al Col de la Ramaz y la subida final a Morzine-Avoriaz. Schleck se escapó con desconcertante facilidad de Contador y Evans en el último kilómetro de la etapa.