Fue una victoria de punta a punta, en la que su triunfo nunca estuvo en riesgo por acción de sus rivales, ni siquiera con el ingreso del Auto de Seguridad. Ariel Persia se impuso con solidez en el Top Race Junior y completó un fin de semana ideal, ya que fue el mejor en el entrenamiento, la clasificación y la final, además de quedarse con el récord de vuelta. En tanto, el debutante Nicolás Luluaga marchaba tercero y se ilusionaba con un festejo, pero Rodrigo Ortega le arruinó la carrera al chocarlo de manera alevosa en la Variante, al punto que a ese piloto lo excluyeron por la maniobra (y otra similar que había cometido un par de vueltas antes con Adrián Tracogna). El susto de la carrera fue la piña que se dio José Montanari, al golpear contra el cerro. El auto quedó destruido pero el piloto no sufrió lesiones graves.
Fue tan contundente lo de Persia ayer, que a sus escoltas en el podio, Alejandro Ponce y Gustavo Lopes Videira, les sacó nada menos que 7s994/1000 y 8s115/1000, lo que representa una eternidad en el automovilismo.
"Pude hacer este fin de semana dos de las cosas que me apasionan, que es manejar y a la vez preparar mecánicamente el auto. Creo que demostramos que estamos para pelear arriba y por eso el objetivo es seguir en lo que resta del campeonato haciendo las dos cosas a la vez", adelantó Persia. El proyecto del piloto-preparador, que volvió al TR Junior este fin de semana, es además preparar el auto de Nicolás Luluaga, quien ayer tuvo que asumir el trago amargo de un choque que lo dejó sin podio y lo relegó al sexto puesto.
"Venía muy bien y el coche funcionaba bárbaro. Cuando quedé tercero, el equipo le avisó a mi compañero (Ortega) que no arriesgáramos los dos autos, pero en la variante me dejó el coche puesto y me tiró a la zona de piedras. Aunque lo sancionaron, me quedé con las manos vacías cuando estaba para subir al podio en mi debut", expresó Luluaga.