El seleccionado argentino tuvo un rendimiento deslucido y decepcionante, sigue sin dar muestras de un estilo definido, acarrea evidentes problemas defensivos y para completar el combo apenas empató con Bolivia en el Monumental 1-1. Por eso, el equipo de Alejandro Sabella se fue abucheado por un público que fue escaso en cuanto a cantidad, con más razón, si se tiene en cuenta de que se trató de un partido correspondiente a la tercera fecha de las Eliminatorias. Mientras el público despotricaba en las gradas, la formación albiceleste se fue dolorida por el nivel del juego y por el valor de los dos puntos dejados en el camino, a pesar de que se trataba de un juego como local y ante uno de los adversarios, al menos en los papeles, más débiles. En contraste con los silbidos generalizados, hubo una ovación para el marcador lateral boquense Clemente Rodríguez, quien reapareció en el seleccionado y lo hizo como para quedarse con el puesto, más allá de que ataca mucho mejor de lo que defiende. El elenco de la AFA se encontró en desventaja apenas empezado el segundo tiempo, tras un error gravísimo de Martín Demichelis que Marcelo Moreno Martín cambió por gol. Pero poco después, el ingresado Ezequiel Lavezzi igualó con un zurdazo al palo derecho de Carlos Arias. El equipo argentino sigue sin convencer y más allá de los destellos de Lionel Messi y la recuperación que aporta Javier Mascherano en el mediocampo, es un equipo sin ideas y que dista de entusiasmar. En el comienzo Argentina intentó monopolizar el balón mientras que el equipo boliviano, tal como se preveía, se refugió en su campo e intentó generar peligro únicamente con Moreno Martins, su jugador más adelantado. Para desarticular el cerrojo defensivo propuesto por la visita Argentina hizo circular la pelota al ras y con el afán de crear espacios en el ataque tuvo algunos desajustes en defensa que pudo haberlos pagado caro. En una acción clave, a los 21 minutos, el árbitro ecuatoriano Enrique Vera cometió un error garrafal al detener el juego tras una infracción contra Messi y anular la conquista que consiguió Gonzalo Higuain mediante un remate cruzado desde la derecha. Pasado el ecuador de la primera etapa, Argentina mostró lo mejor de su faceta ofensiva de la mano de Messi y de Javier Pastore.
En el segundo período Argentina se vio rápidamente en desventaja porque Demichelis perdió insólitamente una pelota en la salida, Moreno Martins amagó dos veces en el área y fusiló a Romero en el primer palo. Así Argentina se vio obligada a buscar la igualdad y la alcanzó a los 14 cuando Messi tocó para Gago y el volante de la Roma cedió para el recién ingresado Lavezzi, quien hizo una diagonal de derecha a izquierda y definió con eficacia.

