El seleccionado argentino masculino de sóftbol se consagró campeón mundial de la disciplina, al derrotar a su par de Japón, por 3-2, en tiempo suplementario, en el marco de la final del evento desarrollado en la ciudad de Praga, República Checa.
El equipo albiceleste se repuso de una desventaja de dos goles y terminó imponiéndose en un parejo y atractivo encuentro, que se resolvió en tres "innings" (períodos) extra. Mariano Montero convirtió una carrera en el quinto período para descontar; Ladislao Malarczuk empató el pleito en el sexto y Manuel Godoy, en el tercer tiempo extra, selló la diferencia en favor del conjunto argentino, con Montero en la segunda base. El equipo selló una campaña inolvidable, con 9 victorias y una sola derrota.