En el Coliseo Eduardo Dibós, Argentina superó a Puerto Rico por 84 a 66 y se coronó campeona en los Juegos Panamericanos de Lima, trayendo una nueva medalla dorada después de 24 años.

El combinado de la Oveja Hernández sacó su primera ventaja de 12, gracias a la genialidad de Facundo Campazzo y el talento de Luis Scola. A pesar de la reacción del combinado centroamericano, a base del roce físico y la velocidad de Benito Santiago Jr, el conjunto albiceleste concluyó el primer parcial con un 27 a 18 a su favor.

En la reanudación del duelo, con más protagonismo de Gabriel Deck y Patricio Garino, la Argentina logró mantener una ventaja considerable para irse al descanso con un margen de 10: 40-30.

Con más descanso para Luifa, Campazzo tomó las riendas del show para que la fiesta continúe. Sus 9 asistencias que registraba hasta ese momento conformaban la atracción principal de la velada, ya que sus improvisados movimientos dejaban en ridículo a sus rivales. Además, la distancia de 10 se mantenía para el último cuarto: 60-50.

Puerto Rico nunca consiguió ahogar al equipo albiceleste. El cierre de la noche a cargo de las figuras nacionales garantizaron la codiciada medalla de oro, para que el último sobreviviente de la Generación Dorada comience su retiro de la mejor forma: 28 puntos, 9 rebotes y 2 asistencias en 28 minutos jugados.

El 84 a 66 definitivo llevó a la Argentina a lo más alto del podio en los Juegos Panamericanos después de 24 años (la última vez había sido en Mar del Plata 1995); un resultado que entusiasma con lograr otra hazaña en el Mundial que se disputará en China entre el 31 de agosto y 15 de septiembre. Tal vez el último compromiso de Luis Scola, el abanderado que le dejará su lugar a la Renovación Dorada.

Fuente: Infobae