Angola, 28 de septiembre.- Un final repetido pero con un desarrollo distinto. Argentina estuvo más cerca que en las dos oportunidades anteriores porque dejó todo, pero se le volvió a negar algo que no logra desde hace 14 años: ser campeón mundial de hockey sobre patines. La albiceleste perdió 4 a 3 con España en un partidazo en el Luanda Arena de Angola y quedó nuevamente en el umbral de la gloria.

Fue un partido duro, pero no como en la final en Reus y en San Juan, donde los europeos fueron ampliamente superiores. En esta oportunidad España se puso rápidamente en ventaja a través de Jordi Adroher y pocos minutos después Jordi Bargalló aumento la diferencia. Pero Argentina no se quedó en ningún momento y siempre lo buscó, más que nada en el complemento.

En la etapa final Marc Gual madrugó y casi que sepultó las esperanzas albicelestes. Por momentos el partido quedó sentenciado. Pero nada de eso ocurrió, porque pese al 3 a 0 abajo, el equipo de Darío Giuliani metió a la Roja en su arco y fue con todo por el descuento. Primero Carlos Nicolía y después Matías Platero con dos goles, pusieron el empate en tres tantos.

Las ilusiones volvieron a estar intactas. Pero tan sólo duraron algunos segundos. Pedro Gil sacó de la galera una gran jugada individual y puso la bocha en el ángulo del arco defendido por el Turco Daniel Kenan (reemplazó a Valentín Grimalt), lo que significó un duro golpe de nocaut para Argentina.

En los minutos finales, la albiceleste volvió a inclinar la cancha y remató en innumerables ocasiones al arco defendido por Sergi Fernández, que terminó siendo casi invencible. El final del partido llegó y le dijo una vez más que no a Argentina. No hubo milagro y tampoco consagración. Estuvo más cerca que en los últimos años porque hubo un gran corazón y mucha garra por parte de los jugadores argentinos, pero nuevamente fue España el que terminó sonriendo y quedándose con la gloria.