UN GRAN CLUB. Estudiantil Porteño, el club ubicado en el corazón de Ramos Mejía, una barriada populosa del cono bonaerense, cuenta con más de 5.000 socios (foto a la derecha). Tiene unas instalaciones espectaculares, con canchas de tenis, vóleibol, básquetbol, espacios para la gimnasia artística, yoga, una sala de conferencias, quinchos grandes y un espacio verde con parrilleros a granel. Además, una pileta olímpica y otra cubierta en el segundo piso del edificio principal. Ahí, en el tercer piso, está la cancha de hockey sobre patines.

LO DEL BURRITO. Y pegado a las canchas de tenis, está el complejo de fútbol 5 “Burrito Martínez”, que también pertenece al club. Por eso se suman tres canchas de fútbol 5 (que pueden convertirse en una sola al abrirse las tres, cuando se juega 8 contra 8), más parrilleros, un quincho y un salón de fiestas. Y, especialmente, un comedor en el que el tercer tiempo es un paso obligado. Más aún si está Carlos Martínez (el papá del Burrito, segunda foto), todo un personaje que luce permanente el orgullo por su hijo. No es para menos, hoy por hoy está jugando en la Primera de Boca y busca regresar a la Selección. Y encima la amable atención del albardonero Daniel Rodríguez.

UNA PÁGINA DE HOCKEY. Se llama Francisco Alonso y es amabilidad pura. Con su cámara de fotos a cuestas y su computadora también, Pancho es el dueño de la página “América Sobre Patines”, que durante todo el torneo ha brindado detalles sobre el Argentino. Por la web el hockey también está ganando su espacio y Francisco es uno de ellos.

POR RADIO. Los sanjuaninos, como es costumbre, tuvieron a sus representantes de la prensa radial en este Argentino de hockey sobre patines. Son dos las emisoras que transmitieron en directo el torneo. Largaron desde el primer día y relataron la final. Están Quique Carbajal y Lucas Canto por Radio Sport (89.9 en el dial) y Enzo Muñoz con Facundo Quiroga por Radio La Paz (107.1). En prensa escrita, sólo DIARIO DE CUYO.

DOS CARAS DISTINTAS. Al frenesí del viernes le contrastó la quietud del sábado feriado. Es que en estos pagos bonaerenses es increíble cómo se mueve la gente. Ayer, sábado y feriado por el 25 de mayo, nada que ver. Completa quietud. Todo cerrado. El viernes a eso de las seis de la tarde, viajar en tren es casi imposible. Si uno sube a un convoy que viene de Capital a esa hora, tiene que estar preparado para todo, inclusive a tener que bajarse en cualquier lado, porque la muchedumbre te lleva. No se paga boleto, eso sí, porque controlar a tanta gente sería imposible. ¿Los robos? A la orden del día. Viajar en ómnibus o taxi, directamente imposible si se está apurado.