Gabriel Anello, el hombre que este martes con su denuncia de que Lavezzi fumó un porro en la concentración de la Selección provocó un sismo que llevó a que los jugadores decidan cortar toda relación con la prensa argentina. Para el gran público no es un nombre conocido, pero los hinchas de Desamparados saben muy bien quién es Anello.

 

Fue, ni más ni menos, que el vocero de la causa “Independiente Rivadavia” para que Sportivo no tenga la chances de pelear el ascenso al Nacional B en el año 2008. Anello trabajaba en ese entonces para el Grupo Uno, propiedad de Daniel Vila, quien era mandamás de la Lepra mendocina. ‘El Gordo’, como se lo conoce, se puso al frente de la tarea mediática de boicotear al Puyutano y, a la postre, lo consiguió.

 

Anello insistió con que Desamparados estuvo envuelto en un soborno junto a San Martín de Mendoza: el Chacarero, evitaba el descenso y los del Barrio Patricias obtenían el boleto para jugar la final del Argentino A. Para ser riguroso, el partido del que se valió el periodista para tamaña acusación (un 0 a 0 entre Sportivo y San Martín de Mendoza) fue al menos sospechoso, pero el show mediático que el relator armó en su programa en América TV y en La Red fue clave para echar por tierra las aspiraciones del Puyutano. Logró una decisión histórica de descontarle los puntos suficientes a Sportivo que, o casualidad, le dio el boleto a Independiente de jugar la final con Brown de Madryn y ganarla, lo que le valió el ascenso.

Por esa causa y otras tantas, Anello se inmoló por Vila. Pero cuando se fue del Grupo Uno lo hizo insultando a los cuatro vientos al jefe. Y desde los medios de Vila también le dieron con todo. Se pagaron con la misma moneda.

 

A decir verdad, Anello no es periodista, es contador público, pero en el mundo de los medios supo ganarse un lugar. Su estilo de relato muchos lo emparentan con Mariano Closs. Su verborragia le trajo siempre problemas, ya cuando era el N°1 del Ascenso se peleó con varios DT y luego, cuando “subió” a Primera en radio Mitre, también tuvo chispazos.