Buenos Aires, DyN

Los detenidos por el choque de facciones de la barra brava de Boca quedaron libres, el jefe de La Doce aseguró estar en una autopista durante los incidentes y su rival interno lo acusó de haber disparado ante la vista de la misma policía, en tanto la dirigencia del club se tomaba su tiempo para decidir el futuro de un gerente de seguridad acusado de haber dado entradas a un de los grupos.

Richard William Laluz Fernández, alias "el uruguayo, lanzó ayer una virtual declaración de guerra contra Mauro Martín, el jefe de la barra brava de Boca, al anunciar que algún día arreglará "las cosas" entre ellos y que volverá a La Bombonera aunque "deje la vida".

El uruguayo, cuyo hermano José Rinaldi Fernández se encuentra en grave estado al sufrir traumatismo y fractura de cráneo tras el enfrentamiento del domingo en Parque Lezama con seguidores de Martín, también criticó la forma en que fue atacado, y propuso otra forma de enfrentarse sin poner en riesgo a terceros.

"Nos encontremos a 300 kilómetros, 500 kilómetros y el que queda, queda. No como pasó donde había chicos y esta pobre señora (herida de bala en una pierna)", sostuvo Richard en declaraciones por radio La Red.

Es que por un lado Richard dijo que por su parte no va "ha hacer nada" y que no quiere tener "sangre" en sus manos, pero por otro lado adelantó que no irá a la Justicia sino que arreglará "las cosas entre nosotros" y volvió a reivindicar "códigos".

Hoy saldrá de la cárcel Rafael Di Zeo, antecesor de Mauro en la jefatura de La Doce, y es un interrogante si su libertad agregará un eslabón a la cadena de dominios en la tribuna de Boca.