Tres generaciones. El consagrado, el presente y el futuro. Ariel Ortega, Juan Pablo Carrizo y el debutante Juan Manuel Lanzini fueron los rendimientos altos en un River que no jugó de la mejor manera pero que de todas formas consiguió lo que necesita, sumar pensando en la tabla del promedio.
Lo del "Burrito" es deslumbrante. Después de varios años jugando a media máquina y acosado por los problemas con el alcohol, Ortega realizó una pretemporada a conciencia y ayer se observaron los resultados. Y no por la jugada magnífica que terminó en centro y posteriormente en gol de Funes Mori, sino porque durante todo el partido trató de ser la manija, el generador de fútbol del "Millo" y por momentos lo logró.
En cuanto a Carrizo, volvió a Núñez luego de su paso por el fútbol europeo y tuvo ante Tigre buenas y seguras intervenciones. En el primer tiempo le sacó el gol a Stracqualursi y en el complemento respondió muy bien ante los remates de Castaño y Pasini. Trasmitió seguridad desde el arco.
Por su parte, el juvenil Lanzini (17 años) quien hizo su debut con la camiseta de River jugó un buen primer tiempo y siempre se mostró para ser descarga de sus compañeros. Se animó a rematar al arco en varias oportunidades. Una buena apuesta de Cappa para el futuro de River.

