El seleccionado argentino de fútbol distó ayer de ser una maravilla, pero a la reconocida calidad de sus individualidades le sumó orden y así superó en un test premundial al siempre respetable elenco alemán por 1-0 en el colosal Allienz Arena, ante 70 mil espectadores. Y más allá del triunfo, el equipo mejoró el rendimiento luego de la angustiante clasificación a Sudáfrica conseguida en noviembre pasado y de los posteriores amistosos que afrontó ante rivales de menor envergadura.

En el último examen fuerte que tiene programado el plantel que conduce Diego Maradona antes del debut del 12 de junio ante Nigeria, en Johannesburgo, el gol que terminó por ser decisivo lo consiguió Gonzalo Higuaín, a los 44 minutos del primer tiempo.

Argentina ganó por mérito propio el primer tiempo porque tuvo orden, control de la pelota y capacidad para desequilibrar de mitad de cancha hacia adelante.

Con cierto predominio de Argentina, no hubo una situación concreta de peligro hasta los 35 minutos de juego. Angel Di María, tras un preciso pase de Verón, a pura gambeta llegó al borde del área y sacó un remate que pudo con lo justo desviar el arquero Adler para que la pelota diera en el travesaño.

Fue el preludio de lo que se vendría antes de irse al descanso, porque entraron más en juego Di María y Verón, Messi se llevó marcas y apareció Higuaín.

Los alemanes intentaron atacar mucho por el medio, donde Mascherano fue un primer obstáculo, y los centrales Demichelis y Samuel rechazaron todo lo que les tiraron.

Ni Klose ni Ballack pudieron pesar en el partido y la "telaraña" que tejió Maradona entre los cuatro defensores y Mascherano mostró seguridad y confianza.

Cuando el primer tiempo se moría llegó la apertura del marcador con una avivada de Di María, quien habilitó a Higuaín y el delantero de Real Madrid, con mucha clase, dejó en el camino al arquero y marcó el gol con el que los argentinos se fueron al descanso en el entretiempo.

En la segunda parte Argentina tuvo que reacomodar su retaguardia sobre la marcha y en escasos minutos, ya que a poco de reanudado el juego salieron por lesiones Heinze y Demichelis, quienes fueron reemplazados por Clemente Rodríguez y Nicolás Burdisso.

Los alemanes buscaron la igualdad con un Ballack más adelantado, ante una albiceleste que apostó a conservar la ventaja. Salvo un par de centros que encontraron mal parados a los argentinos y no aprovecharon los locales, el triunfo del seleccionado dirigido por Maradona no corrió peligro.

El final del partido encontró a Maradona abrazado a su cuerpo técnico y a los futbolistas celebrando una victoria que necesitaban, y mucho, sobre todo porque se dio jugando por momentos bien y siendo sólido y regulares todo el encuentro.

Los "oles" de los hinchas sobre el final del partido le dan más valor a la actuación, que es la que ahora todos sueñan que se repita en Sudáfrica.