Alemania avanzó ayer a las semifinales de la Eurocopa 2012, al vencer a Grecia por 4-2, en la ciudad polaca de Gdansk y aguardará por el ganador del cruce entre Inglaterra e Italia, que se jugará mañana. Los alemanes, tres veces campeones continentales, ganaron con tantos de Philip Lahm (38m.PT), Samir Khedira (15m.ST), Miroslav Klose (22m.ST) y Marco Reus (28m.ST). En Grecia, campeón de la edición 2004, anotaron Georgios Samaras (9m.ST) y Dmitris Salpigidis (43m.ST).

Alemania selló el hundimiento de Grecia, incapaz de frenar a la maquina de hacer fútbol del equipo que dirige Joachim Löw.
La propuesta de Alemania fue siempre de atacar. Todo lo contrario que lo que tenía enfrente. Grecia hizo lo que sabe hacer: defenderse. Por el tipo de jugadores que tiene o por la cultura histórica futbolística de su país, ese es su estilo.

En cuatro minutos, los alemanes crearon tres claras oportunidades. A ese ritmo, estaba claro que la maquinaria alemana tarde o temprano iba a pasar por encima de su rival. Se hizo esperar, hasta el minuto 38, cuando Phillip Lahm, con un zapatazo efectivo desde fuera del área abrió la lata. Con Grecia remando en contra, en la segunda parte se incumplió el guión al que estaba predestinado estirando sus líneas para buscar el empate con Samaras. Después, fueron seis minutos lo que tardó Sami Khedira en deshacer el sorprendente empate. El jugador del Real Madrid contrarrestó el tanto griego (de contragolpe), con una espléndida volea desde dentro del área. Ese fue el final para Grecia, que necesitó un “rescate” que no llegó. Al revés, lo que vino fue el hundimiento definitivo. La puntilla final la pusieron Klose y Reus que con sus tantos dieron sentido al rodillo alemán, que sigue presentando su candidatura al título. El gol de Grecia, de penal, sirvió para despedir con dignidad a un equipo que llegó hasta donde mereció.