La pregunta tal vez sea ¿se le puede ganar? pero tal vez la pregunta del millón tenga que ser ¿cómo se le puede ganar?. Es que tener enfrente al Barcelona casi invencible lleva a todo tipo de conjeturas y en el escenario previo -tan inoportuno a veces- imaginar cómo y qué tiene que hacer Estudiantes de La Plata para dar el gran golpe en el Mundial de Clubes lleva a plantear casi un partido de ajedrez en cancha grande.
Para empezar, al rival hay que verle los puntos débiles y los fuertes. En el casillero de las flaquezas del Barcelona que quiere ganar todo (Copa del Rey, Liga, Supercopa Europea, Champions y ahora Mundial) hay pocos ítems y tal vez la cara gris del equipo de Guardiola pase por su reacción a la presión del rival, a manejarse sin tiempos ni espacios para controlar la pelota, que es su gran punto fuerte. Para plantearle un partido así, a toda presión, Estudiantes tendrá que llegar afiladísimo desde lo físico y en la concentración. Sabella ya dio pistas aunque por estas horas en los Emiratos esté jugando al misterio. Sorprendió parando una formación con un solo punta, un mediapunta, cuatro volantes y cuatro defensores. Dicen los que están cerca que el Pincha no entrará así mañana pero "Pachorra” Sabella no es un improvisado y sabe lo que hace. Que haya puesto a Clemente Rodríguez como volante por la derecha no es capricho ni remiendo: lo pone cara a cara contra la subida de Abidal por ese sector que es uno de los puntos fuertes para abrir la cancha en Barcelona y ganar espacios. Por la izquierda, la elección de Sabella es Benítez y Pérez juntos como para tratar de cortar el circuito entre Xavi y Dani Alves, que por ese sector lastiman siempre que se asocian. Estudiantes amagó con plantearlo así. Hombre por hombre y duplicando en cada pelota la presión. Aunque sin irse encima, achicando para atrás, para sorprender en la contra. Del éxito de esa postura inicial dependerá en gran parte su suerte en un partido en el que no es favorito para nada pero como es fútbol todo es posible, y por ahí pasan las ilusiones argentinas. ¡Ah! claro que la magia está en la eterna juventud de este Juan Sebastián Verón que apunta a repetir su rendimiento en la final de la Copa Libertadores en el partido que el mismo confesó, será el partido de su vida.
En defensa, más allá de lo que Sabella cambie o no por estas horas, la línea de cuatro no se modifica y por el perfil de los futbolistas que utilizará, será una defensa sin mucha salida, con más vocación para presionar en propio campo.
En la elección táctica de Estudiantes de La Plata está gran parte de lo que pueda lograr ante el Barcelona de Messi -nada menos-, Ibrahimovic, Xavi y compañía. El Barcelona siempre juega igual. Apostando a la pelota como punto fuerte y después, en libertades individuales puestas al servicio de una forma de sentir este juego. Estudiantes, además de su mística, tendrá que jugarlo con orden, concentración y mucha inteligencia.

