Para River la historia cambió. En Primera sus viajes más largos eran a Rosario, Santa Fe o Bahía Blanca. Mendoza era es más lejano. El resto, se trataba de partidos en la Capital Federal o en el Gran Buenos Aires. Ahora, en la B Nacional, tendrá que recorrer prácticamente todo el país.
Y además de esos viajes largos le esperan canchas chicas, campos de juego en peores condiciones y siempre jugando de visitante con el público rival solamente, por la reglamentación de la categoría.
Deberá jugar, por ejemplo, en Puerto Madryn con el recientemente ascendido Guillermo Brown. O ir a Jujuy o Tucumán. O visitar, además de Mendoza, también su vecina San Juan. También enfrentar a Boca Unidos en Corrientes o a Patronato en Paraná. Para el Millonario será todo nuevo.
