El capítulo de jueves de la novela del fútbol argentino tuvo su conclusión en la sede de Agremiados con una conferencia de prensa de Sergio Marchi, titular del Gremio, que dejó una certeza: no habrá fútbol hasta que la AFA no deposite la plata adeudada, según acordaron cerca de un centenar de jugadores en una asamblea histórica.
Los deportistas decidieron no acatar la conciliación obligatoria durante 15 días que dictó el gobierno por intermedio del Ministerio de Trabajo (mañana a las 11 están citadas las partes en el Ministerio) y mostraron una postura inflexible ante las deudas salariales que afectan, principalmente, a los planteles del ascenso.
"Hasta que no esté la plata depositada en la cuenta de los jugadores no vamos a jugar", aseguró Fabián Cubero, capitán de Vélez, ante las cámaras de TyC Sports al salir del gremio.
"La decisión es retener tareas porque no se ha podido cobrar la deuda de los futbolistas que data de 3 ó 4 meses. Esperamos que venga una propuesta para resolver esta cuestión", sentenció el propio Marchi ante los medios presentes. "La cosa está peor que hoy a la mañana", agregó.
Hubo representantes de Primera División, pero también varios de las categorías menores, que expusieron sus problemas y convencieron a sus colegas de continuar en la postura. La deuda de la AFA con el gremio ascenderá hasta los 450 millones de pesos.
Fue un día plagado de reuniones entre las diferentes partes y en el que el gobierno publicó en el boletín oficial que ya había expedido el dinero correspondiente a la rescisión del Fútbol para Todos. Sin embargo, la plata todavía no fue depositada en la cuenta de la AFA, según informó el presidente de la Junta Interventora Armando Pérez. La promesa es que mañana a primera hora se acreditará la millonaria suma, clave para destrabar el conflicto.
Más allá de esta situación, los jugadores habían advertido que ese dinero no alcanzaría para suplir todas las deudas del ascenso y los dirigentes de Primera decidieron armar un "fondo solidario", según lo definió el presidente Nicolás Russo de Lanús. Eso sería redistribuir más de 50 millones de pesos que le corresponderían a instituciones de la máxima categoría a sus pares del ascenso para lograr cubrir los gastos de ellos.
Las promesas no alcanzaron para los jugadores, que decidieron en una asamblea con un centenar de presentes y que se extendió por más de dos horas no reiniciar el torneo este fin de semana, a pesar de que la AFA había publicado el cronograma. Esto seguirá hasta que no aparezca la plata.
Además, no dieron certezas sobre lo que sucederá de ahora en más, teniendo en cuenta que ya se acumularon más de 70 días sin fútbol oficial en la Primera División.
La puerta que quedará abierta es la posibilidad de que las instituciones opten por jugar los diferentes encuentros con juveniles, algo que podría tomar fuerza a partir de otra afirmación de Cubero: "Los futbolistas profesionales no vamos a jugar". Ante esta posibilidad, Marchi advirtió: "Jugar con juveniles es un retroceso y una medida reaccionaria".