Buenos Aires, 19 de octubre.- Increíblemente la violencia apareció en Avellaneda. Lo insólito no es el hecho, algo ya común en los barras de Argentina, sino que fue antes del inicio del segundo tiempo, cuando Independiente ganaba 3-1 y lograba la clasificación a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Martín Silva fue a ocupar el arco de la cabecera sur y cuando hacía movimientos de calentamiento recibió un piedrazo que impactó detrás de su oreja derecha, lo que le provocó una profunda herida. La sangre dejaba ver el estado de bochornosa actitud por parte de uno, o algunos, violentos, que empañaron el gran funcionamiento del equipo de Mohamed en el primer tiempo.