Saludo. Abarca gira frente al Aldo Cantoni y Juan Cruz Varela saluda al público.
El binomio se ilusiona para hoy.

 
”Correr en casa es increíble y me da muchas más fuerzas para tratar de poder redondear un buen rally. La primera etapa fue realmente muy difícil y si no hubiésemos sufrido un problema mecánico (el motor quedó en tres cilindros) estaríamos más arriba”, dijo Gabriel Abarca, navegado por Juan Cruz Varela. El albardonero está segundo en su clase, la Junior, y se ubica a sólo seis segundos de Ricardo Daparte, por lo que es el mejor de los representantes locales.

Los sanjuaninos realizaron un gran trabajo en el parcial y las únicas bajas fueron las de Gastón Pastén, quien venía luchando por la vanguardia de la clase RC5 cuando sufrió un vuelco, sin consecuencias para el binomio pero sí para el Ford Ka, y los problemas mecánicos que afectaron la unidad de Emiliano Alaniz.

Precisamente, la RC5 tiene al tucumano Pablo Morán al frente, mientras que del tercer al sexto lugar aparece el tándem de sanjuaninos. Horacio Almenzar se ubica tercero a 2m15s del tucumano, mientras que en la cuarta colocación aparecen los hermanos Lino y Federico Sisterna, a 3m23s.

En quinto puesto se ubica Sebastián Landa, a 4m42s; y cierre el lote de representantes locales Jorge Terusi, a 6m58s.

 

Con el Ka. Horacio Almenzar hizo rendir a su Ford, se ubica tercero en su categoría
y ocupa el 24to puesto de la General.

 

 

Historias del Rally

Amantes de la adrenalina

 

Los hermanos Erick y Matías De La Rosa viven en Colonia Norte, Sarmiento y apenas se enteraron que una de las etapas del Rally pasaría por el Cerrillo en el antiguo camino que conduce a la Quebrada de la Flecha, ahí no más planificaron ir caminando, por la cercanía, hasta ese sector para ver la competencia. Eligieron una curva para que la adrenalina se sintiera mucho más y ahí no más se hicieron amigos de Daniel González, un rawsino que no consiguió que nadie lo acompañara para ver la carrera. “Nos encanta este tipo de competencias, así que acá estamos hablando solamente de fierros”, contaron.

 

 

Una parada infaltable

 

A unos cuatro kilómetros de llegar al PE4 que unía El Cerrillo con la Quebrada, un pequeño puesto al costado de Ruta 40 era una parada infaltable para los vehículos del Rally Argentino. Allí, rápidamente y muy organizados Cristian Campos y Franco Pisano, dos cordobeses, le regulaban el aire a las gomas de los autos y rápidamente procedían a cargarle combustible a los autos. “Los mismos pilotos nos dicen cuánto quieren que les carguemos, generalmente piden de 25 a 30 litros. Por un tema estratégico a muchos pilotos no les gusta irse con el tanque totalmente lleno”, contaron.