Se conocen desde hace años porque fueron compañeros en Villa Obrera. Sin embargo, la amistad de Javier López y Carlos Paratore quedará mañana en el olvido cuando se enfrenten por el título del fútbol local en la Boutique. El primero tiene la misión de mantener el arco en cero mientras que el segundo hará lo posible para que eso no se cumpla.

Villa Obrera y 9 de Julio compartieron la punta durante varias fechas del Torneo Oficial. No obstante eso, la gloria no se comparte en el fútbol y por más mérito que hayan hecho el campeón será uno solo. El Nueve sabe que con el empate le alcanza, aunque los chimberos no dramatizan porque sólo piensan en la corona. “Estamos muy tranquilos esperando el momento, es ganar o ganar. No tenemos presión, y menos en nuestra casa” dijo el arquero López. Una sensación diferente mostró Paratore, quien admitió estar ansioso pero “una vez que ruede la pelota eso se va”.

A la hora de dar una opinión sobre el partido López dijo que “va a ser un partido duro porque meten mucha gente en el medio campo, por eso tienen pocos goles en contra”. En tanto el rubio pensó un partido “de ida y vuelta. No se va a ver mucho juego porque la cancha es chica. Va a ver mucho roce y pelota aérea”.

Ambos jugadores ya conocen de finales. Siendo compañeros perdieron con la Villa una final frente Unión. Aunque también López fue campeón en el club, hace 10 años, y ganó dos finales en la B Local (con Rivadavia y Marquesado). Entre las finales ganadas por Paratore se destaca la del ascenso al Nacional B, con Atlético Tucumán, y una con San Martín de Mendoza en el fútbol doméstico.

Sus inicios en el fútbol no fueron muy similares porque López arrancó a los 10 años, en la Villa, y jugando de delantero.

Paratore lo hizo a los 18, en cancha de Colón. “No hice inferiores porque mi papá me exigía terminar la escuela. Me probé tres años seguidos. Iba quedando y quedando y al último me decían que no quedaba porque ocupaba un cupo y después me iba”.

Javier López sabe que mañana tiene mayor responsabilidad que el resto de sus compañeros. A su vez confesó que si tiene un penal en contra imagina a los periodistas relatando “va a patear Carlos Paratore… atajó López”. Con dicho relato el Pájaro no quiso saber nada ya que recordó “creo que en toda mi carrera he pateado 5 penales y erré 4, aunque espero tener un mano a mano y convertir”.

El último antecedente de un final tan apretado en el fútbol doméstico se remonta al año 2007, cuando Alianza llegó puntero a la cancha de Del Bono y los locales le arrebataron el título. Mañana ¿sucederá lo mismo?