El seleccionado argentino de básquetbol consiguió ayer el primero de los objetivos que se propuso en el comienzo del torneo Preolímpico de Mar del Plata: clasificarse para las semifinales.
Esa clasificación se logró a puro triples, los triples que salieron de las manos de Ginóbili, Prigioni y Nocioni, los triples que le dieron una demoledora victoria sobre Venezuela por 111-93. Un escalón por debajo de los tres artilleros habrá que colocar a Delfino, anulando a Vázquez, la figura venezolana.
La Argentina, ya clasificada para las semifinales, al igual que Puerto Rico y República Dominicana, enfrentará hoy a Brasil, a las 18, pensando en mantener el invicto invicto.
Ayer, si bien a la Argentina no le costó meterse en juego, su básquetbol no resultaba tan fluido, en parte porque ni Prigioni ni Pepe Sánchez acertaban en la conducción, y entonces, como ante Panamá, todo dependió de la habilidad y efectividad de Ginóbili.
Pero si bien Manu hacía lo suyo, en defensa el seleccionado argentino mostró una debilidad tremenda. Esas carencias provocaron que en los tres primeros minutos del tercer cuarto el equipo nacional viviera su peor momento del partido (56-52), pero, a partir del minuto 4, reaccionó. La lluvia de triples comenzó a partir del 79-74, ya en el último cuarto, y la inició Prigioni (6 de 7), la siguió Ginóbili (6 de 8), y después se les sumó Nocioni (4 de 5), y a Venezuela no le quedó otra que resignarse.
Hasta el momento, el equipo dirigido por Lamas le permitía a sus rivales unos 60 puntos por juego y este vez le metieron 93, de los cuales 62 fueron en la pintura. “No podemos defender así. Este no es el equipo que queremos”, dijo Ginóbili y él sabe muy bien lo que pasó anoche.

