En los últimos tres partidos Desamparados entró en una leve caída que lo sacó de los primeros puestos de la zona 2 del Argentino A. Al equipo de Darío Tempesta se le cerró el arco y con ello las chances de una victoria, algo que no consigue desde el triunfo en Puyuta ante Alumni. Esta noche, desde las 20.30 y ante su gente, tratará de levantarse otra vez y poner fin a la sequía de gritos que ya suma 284 minutos. Enfrente estará el siempre duro Estudiantes de Río Cuarto, que actualmente no pasa por su mejor momento, aunque cuenta con jugadores que son capaces de desnivelar en un instante.
Más allá de haber sumado uno de los últimos nueve puntos, la apuesta como equipo es la misma para el conjunto sanjuanino. Lo que cambia esta vez son un par de nombres. Atrás Corvalán por Del Cero, pero la variante más trascendental pasa por la parte ofensiva. Con una buena semana en las prácticas, marcando un par de tantos, el jachallero Pérez le ganó la pulseada por acompañar a Reinoso en la delantera nada menos que a Leva. Tempesta terminó de definirla ayer a esta modificación y haciendo ingresar al último jugador del víbora que gritó un tanto en el torneo.
La merma en el rendimiento del equipo puyutano provocó un lógico descenso en la tabla de posiciones. Actualmente está en la zona ecuatorial de la misma y sabiendo que salvo Talleres, que ya se cortó en la primera ubicación al sacarle seis puntos al escolta, los demás están en la pelea. Hay un dato más que claro respecto de la paridad que existe en la zona ya que seis equipos están separados apenas en tres puntos. Por eso la victoria de hoy cotiza en muchos aspectos.
El rival de ocasión será un viejo conocido como el Celeste de Río Cuarto. La apuesta del equipo cordobés es la de un juego ofensivo y teniendo en el mediocampo a un sanjuanino como Luis Pérez. El ex Trinidad contó en la previa que "venimos de sumar en los dos partidos anteriores y eso es algo que nos fortaleció en lo anímico".
Se viene la décima estación de la temporada para este Desamparados y la misión, más que nunca, es ganar para llegar a recuperar la sonrisa.

