A medida que pasaron los años, Héctor Maximiliano Lucero, fue creciendo como ciclista, en todo aspecto, pero fundamentalmente en la preparación. La madurez llegó con la sapiencia necesaria para modificar conductas, aceptar que hay distintas maneras de ver las cosas y todas son respetables. Contó que recibió ayuda psicológica, y que entiende que en el deporte en general, pero en las fases formativas en particular, que los atletas, en este caso ciclista, necesitan ser asistidos por profesionales.
Su pensamiento lo apuntala con su experiencia personal, como papá y entrenador de su hijo Félipe, que tiene 13 años y ya conoce lo que es disputar, y a veces ganar, en pista y ruta. "Los chicos tienen que disfrutar el ciclismo, no se les puede cargar sobre sus espaldas la responsabilidad de ganar. He visto a padres que se vuelven locos gritándoles a los chicos, y que les recriminan cosas, que yo por haber corrido se que son difíciles de conseguir, por eso entiendo que a los jóvenes hay que rodearlos de un equipo de gente que los contenga, que los escuche. Son más las veces que se pierde que las que se gana. Y si se pierde una carrera, no es la vida. En la semana siguiente hay revancha".
Willy está entrenando al equipo profesional continental del SEP-San Juan, hace unos días fueron hasta las Crucesitas, en el camino que va al Colorado, y confiesa que le ‘"bailaban las patitas para pedalear con los muchachos". Sin embargo, después de ir monitoreando los movimientos desde la camioneta, mientras tomaba unos mates y veía las caras transfiguradas por el esfuerzo, se felicitaba por su decisión. "Los años no pasan en vano, y creo que yo di todo, que no le debo al ciclismo, ni el ciclismo me deben nada a mí. Es un deporte muy lindo, pero muy sacrificado. Salgo a rodar para no perder la costumbre, y posiblemente me prenda en alguna carrera de los libres, pero lo haré sin el compromiso de pelear un resultado".
Cuando se trata de alguna carrera que le hubiera gustado ganar, no duda y cita a la Doble Chepes. "Gané etapas, pero nunca pude con la general", acotó.
LA MENDOZA-SAN JUAN 2008
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Ganó su primera clásica sin el apoyo de un equipo
El ciclismo actual, en las etapas llanas suele mostrar una batalla entre los ‘trenes’ de los distintos equipos. A medida que se acercan a la meta, uno observa que van formados como ‘cuartetas’ de persecución, con el objetivo de lanzar a su hombre más veloz a buscar la victoria.
En el país, con anterioridad a los equipos continentales, salvo el Toledo de los hermanos Curuchet, pocos equipos contaban con cuatro corredores de similares características para llevar en sillita de oro al velocista buscando su remate.
Los embalajes eran más mano a mano, más de tú a tú, y en ese mundo de ser más guapo para meter la bicicleta por una ranura, Héctor Lucero fue un especialista. Willy ganó tres clásicas, dos Mendoza-San Juan (2008 y 2014) y una Doble Media Agua (2012), pero la que recuerda con más nostalgia es la primera.
"Me había quedado sin equipo, me habían echado del PyMES y esa semana no entrené como debía, sólo dos días, no imaginé nunca que me iba a sentir tan bien, arranqué en mi distancia y logré vencer a mis rivales. Fue un desahogo, porque quienes comandaban el equipo decían que estábamos haciendo las cosas mal, con mi triunfo les demostré que no era así, que estaban equivocados. Fue una gran alegría".
- ASÍ OPINAN DE ÉL
- Juan José Chica – Pte. Fed. Ciclista Sanjuanina
"Lo voy a extrañar, siempre fue un corredor espectáculo. De cuando yo estaba en el Palmar, lo recuerdo como el gran rival de Villalobo en la pista. Tenemos una relación cordial, nos hacíamos apuestas y casi siempre me ganaba".
- Juan Pablo Dotti – Ciclista y amigo
“Con Willy hemos sido rivales, compañeros, y mantenemos una linda amistad. Es un velocista extraordinario, que seguramente hubiese obtenido muchos más resultados si se hubiese cuidado como sobre el final de su carrera. Se extrañará en las carreras”.
- Javier Páez – Excompañero y rival
“Fuí compañero de Willy, en Macrometal con un muy buen equipo, con Dotti, Vila, Mengual, Brunetta. Era un sprinter tremendo, que mantuvo su vigencia durante 20 años, algo que no es sencillo. Cuando arrancaba desde su distancia era casi invencible”.
- Rubén Gabriel Ramos – Ciclista, excompañero
“Creo que es un sprinter nato, muy astuto, inteligente y muy audaz, que supo aprovechar bien los recursos con los que contaba. Fue un gusto compartir y competir con él. Muchos aprendimos de sus acciones en la pista y la ruta”.
- Carlos Nicolás Gómez – Pte. de la A.V. de Fátima
“Considero que fue uno de los más importantes ciclistas que integraron el pelotón sanjuanino. Tengo una relación cordial con él, que nació cuando fue parte de nuestro equipo. Le deseo lo mejor en lo que viene de su vida”.